Empate a cero que deja todo abierto para el equipo navarro ante el Girondins. Se mira a los octavos de final con optimismo, pero cualquier empate con goles en el Reyno de Navarra deja a los rojillos fuera de la Copa de la UEFA.

El partido fue bastante aburrido, con dos equipos con miedo a encajar tantos. No hubo ni una sola ocasión clara de gol durante los noventa minutos. Osasuna intentó un par de remates de cabeza en la primera parte, pero sin éxito.

Hubo mucha lucha por controlar el centro del campo, pero nadie dominó por una simplista táctica: acumular jugadores en el medio. Sólo provocó muchas pérdidas de balón y un fútbol escaso.

Juanfran y Webó apenas desbordaron por las bandas y Milosevic casi no entró en juego. El Girondins, más de lo mismo. Sólo destacó Marouane Chamakh, un delantero marroquí al que, sin embargo, dejaron muy solo.

En la segunda parte todo siguió igual. La defensa de Osasuna respondía a los franceses, que pusieron algo más de empeño.

Un tiro de Obertán en los últimos minutos puso en apuros a Ricardo, pero lo detuvo.

Ziganda: "El resultado es peligroso"

"El resultado es peligroso y ninguno de los dos equipos estamos satisfechos del todo, pero somos dos conjuntos parejos y la eliminatoria está al 50%", declaró el técnico osasunista a la conclusión del encuentro.

También agradeció los ánimos de los 5.000 aficionados que se desplazaron a Burdeos: "El espectáculo ha sido increíble y si el equipo ha recuperado firmeza y falta de errores ha sido culpa de ellos".

Ficha técnica:

0 - Girondins Burdeos: Rame; Jemmali (Marange, m.46), Planus, Cid, Jurietti; Faubert, Mavuba, Francia, Alonso (Obertán, m.82); Smicer (Perea, m.64) y Chamakh.

0 - Osasuna: Ricardo; Javier Flaño, Cruchaga, Josetxo, Corrales; Juanfran, Puñal, Nekounam, Muñoz (David López, m.65); Webo (Soldado, m.76) y Milosevic (Raúl García, m.90).

Árbitro: Alon Yefet (ISR). Mostró tarjeta amarilla a los locales Smicer y Planus, y a los visitantes Puñal, David López y Raúl García.

Incidencias: estadio Chaban Delmas, en Burdeos, ante unos 20.000 espectadores, unos 5.000 de ellos del equipo español.