El vasco Olazábal, acostumbrado en su tierra a jugar bajo la lluvia, conjugó su larga pegada actual con la precisión de hierros y "putt", para arrebatarle al campo dos golpes.

El bicampeón del Masters (1994 y 1999) prometió pelea para remontar sus 76 y 71 que le dejaron a 9 golpes del líder Campbell, y con tres "birdies" por un solitario error va derecho por esa senda.

A Olazábal, Jiménez y García les sobrevino el chaparrón y la amenaza de rayos en el primer tramo de la tercera ronda.

Jarreó agua en Augusta desde muy temprano. También llovía a mares cuando Olazábal pegó su primer 'drive' del día, pero fue dos horas más tarde cuando sonó el bocinazo que anunció la interrupción del juego.

De los cuarenta y siete jugadores que atravesaron el corte, sólo veinticinco fueron sorprendidos en el campo por el parón. Los veintidós mejores aún permanecen en la casa club, con la idea fija de dar caza al texano Campbell, de 31 años, vigésimo del mundo y sexto en ganancias del Tour norteamericano.

García no disipó de su mente las agrias sensaciones del viernes.

Sus cinco hoyos y dos "bogeys" de hoy le dejan casi grogui para lo que resta de torneo, con +4 en su casilla.

"Dos vueltas y a casa. Estoy muy caliente. No estoy al cien por cien, y aquí así no se puede ganar", comentó tras la segunda vuelta. Diecisiete horas después, los pensamientos de García parece que siguen esa misma dirección.

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