Las escuderías de Fórmula 1 ya están descargando material en el circuito de Melbourne donde este fin de semana arranca, por fin, el Mundial. Una temporada cargada de novedades para aumentar el espectáculo sobre el asfalto:

Neumáticos. Pirelli sustituye a Bridgestone como proveedor oficial y ha presentado unos compuestos que se degradan con facilidad. Su objetivo es obligar a los equipos a realizar más paradas en boxes para aumentar la incertidumbre de las carreras. "Hay que ser muy sensible pilotando porque la degradación es enorme. Habrá muchos pit-stops, unos tres o cuatro por carrera", avisó Fernando Alonso. La diferencia entre un neumático nuevo y otro con 15 vueltas puede ser de hasta cuatro segundos.

KERS. Regresa el sistema de recuperación de energía cinética que se probó en 2009. Se puede utilizar una vez por vuelta y proporciona 80 caballos de potencia extra durante unos seis segundos.

Alerón móvil. Los pilotos podrán regular la inclinación del alerón trasero para ganar velocidad en los adelantamientos. Sólo se podrá utilizar en las rectas cuando el piloto se encuentre a menos de un segundo de su rival. Sustituye al famoso sistema F-duct del pasado curso, que ha sido prohibido.

Difusores. Se limita su tamaño y se prohiben los sistemas dobles y triples, que dificultaban los adelantamientos al provocarle turbulencias al coche que venía por detrás.

Órdenes de equipo. Serán aceptadas por la FIA siempre que no sean consideradas antideportivas.

Norma del 107%. Los pilotos lentos que en calificación superen el mejor crono por más de ese porcentaje serán eliminados y no disputarán la carrera.

Tras las polémicas vividas durante el pasado Mundial, la FIA ha dejado claro que este año será inflexible con los infractores y aumentará la dureza de las sanciones.

Por ejemplo, queda totalmente prohibido adelantar con el ‘safety-car’ en pista o rebasar al propio coche de seguridad como hizo Lewis Hamilton en Valencia. También será penalizado saltarse la chicán de un circuito.