San Antonio bate a Detroit y consigue su tercer título de la NBA

La lógica se impuso una vez más dentro del deporte y esta vez en el séptimo partido de las Finales de la NBA cuando un poco de calidad de la única súper estrella que había en la competición, el alero Tim Duncan, permitió a los Spurs de San Antonio ser nuevos campeones de liga.
Tim Duncan encestando en la final de la NBA (Reuters)
Tim Duncan encestando en la final de la NBA (Reuters)
Reuters
Tim Duncan encestando en la final de la NBA (Reuters)

No hay más historia en un partido que finalizó 81-74 favorable a los Spurs ante los Pistons de Detroit, campeones defensores, que no pudieron repetir el título, y que confirmó la poca calidad que hay en el actual baloncesto de la NBA.

Duncan, que falló 8 de 9 tiros consecutivos y estuvo 14 minutos sin anotar un sólo punto, al final logró 25 con 11 rebotes para decidir el triunfo de los Spurs y dar al equipo tejano el tercer título en las últimas siete temporadas.

Al margen de la calidad de Duncan, que al final encontró su mejor toque de tiro a canasta y fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP), el factor de los árbitros volvió a ser importante en los momentos decisivos al forzar a los dos hombres altos de los Pistons, los aleros Rasheed Wallace y Antonio McDyess, a estar sentados en el banquillo con cuatro faltas personales.

Ahí fue cuando Duncan explotó y los Spurs aprovecharon el favor de los árbitros, siempre rigurosos con los jugadores de los Pistons, para tomar ventaja, que también les llegó con el juego explosivo y espectacular del escolta argentino Emanuel Ginóbili, que volvió a dar una demostración de garra, carácter y espíritu de lucha.

Además Ginóbili consiguió 23 puntos con cinco rebotes y cuatro asistencias para ser siempre el jugador que mantuvo a su equipo en la lucha y le ayudo a realizar una gran defensa en los momentos decisivos del cuarto periodo.

Junto a la aportación de Duncan y Ginóbili, el veterano Robert Horry, que logró su sexto anillo de campeón de liga, con tres equipos diferentes, aportó 15 puntos y cinco rebotes para ser el jugador factor que el equipo tejano necesitó cuando su estrella estaba en el letargo y los fallos constantes.

El resto de los jugadores de los Spurs cumplieron con un buen juego defensivo, pero ninguno pudo superar la barrera de los 10 puntos y el base francés Tony Parker, perdido de nuevo en los partidos decisivos, se quedó con sólo ocho tantos.

Pero si los Spurs no ofrecieron nada en el apartado del ataque con la excepción de conseguir los puntos necesarios para ganar, los Pistons fueron sus peores enemigos al no arriesgar nunca con su juego y el líder que los había llevado hasta el séptimo partido, el base Chauncey Billups, esta vez su exceso de tranquilidad y frialdad le iba a costar quedarse sin revalidar el título.

Billups nunca arriesgó en las penetraciones a canasta ni tampoco en los tiros y sus 13 puntos fueron insuficientes, lo mismo que los 15 que tuvo el escolta Richard Hamilton.

Los 11 de Rasheed Wallace y los nueve Tayshaum Prince, junto con los 10 de McDyess como reserva tampoco ayudaron a los Pistons a conseguir lo que hubiese sido su cuarto título en la historia del equipo y repetir como lo hicieron los "Bad Boys" de 1988 y 1989.

El pívot Ben Wallace hizo un gran trabajo defensivo y luchó al máximo a la espera que Billups y Hamilton explotasen en el ataque, pero no lo hicieron y sus 12 puntos, 11 rebotes y dos tapones tampoco pudieron servir para ganar el título.

Desde el primer cuarto iba a quedar de manifiesto una vez más, que la defensa decidiría al conseguir un parcial de 18-16 favorable a los Spurs porque salió el veterano Horry para notar ocho puntos con dos triples consecutivos y una penetración.

Los Pistons tuvieron también al jugador menos indicado para ser el líder anotador en el pívot Ben Wallace que aportó seis tantos con tres rebotes.

Nada cambió en el segundo cuarto, la defensa siguió siendo el punto de referencia del juego de ambos equipos, que estuvieron tres minutos consecutivos sin anotar un sólo punto cuando el marcador señalaba un parcial de empate a 25-25.

Además para frustración de los amantes al buen baloncesto fueron dos jugadores reservas los que mantuvieron a sus respectivos equipos en el partido.

Los Spurs tuvieron a Horry que aportó 10 puntos en 15 minutos de acción para ser el líder de los encestadores, Duncan se quedó con ocho, y los Pistons, al margen de Ben Wallace, que se fue a los vestuarios con 12 tantos, cuatro rebotes y un tapón, el alero Antonio McDyess hizo una gran labor al ocupar el puesto del titular Rasheed Wallace, de nuevo con problemas de personales.

McDyess aportó seis puntos, seis rebotes, dos asistencias y dos tapones, para dejar que los jugadores claves de su equipo, el Billups y Hamilton tuviesen tiempo de despertar y surgiesen en la segunda parte.

Ninguno de los dos lo hicieron, pero si Duncan, quien después de haber fallado 8 de 9 tiros, y estar 14 minutos sin anotar un punto se erigió como la figura de su equipo para anotar 12 tantos y permitir que los Spurs se recuperasen de una desventaja de nueve.

Las ausencias de los hombres altos de los Pistons, McDyess y Rasheed Wallace, con cuatro personales cada uno, permitió que Duncan surgiese con su mejor baloncesto, pero los Spurs no pudieron aprovecharse y el marcador parcial al finalizar el tercer cuarto era de 57-57 sin que hubiesen todavía surgido ni Billups ni Hamilton.

Pero ahí acabó el protagonismo de los campeones de liga porque Duncan quería reivindicar su condición de estrella y junto con Ginóbili, en plan genial y explosivo, los Spurs se colocaron con parcial de 72-65 cuando faltaban 2:54 segundos y en el SBC Center de San Antonio comenzaba la celebración del tercer título de liga.

Un título sin brillo y sin que le de a los Spurs el carácter de equipo con proyección de dinastía, pero que confirmó que dentro del pobre baloncesto que se hay dentro de la NBA es el más completo y el que al final también hizo la mejor defensa porque el ataque brilló por su ausencia.

Ficha técnica:

74.- Detroit Pistons (16+23+18+17): Hamilton (15), Billups (13), Prince (9), Rasheed Wallace (11), Ben Wallace (12) --cinco inicial--, McDyess (10), Hunter (4), Ham (-), Dupree (-) y Campbell (-).

81.- San Antonio Spurs (18+20+19+24): Parker (8), Ginobili (23), Bowen (5), Duncan (25), Mohammed (-) --cinco inicial--, Horry (15), Barry (5) y Brown (-).

Árbitros: Dick Bavetta, Joe Crawford y Eddie F. Rush

Incidencias: Séptimo partido de las Finales de la NBA disputado en el "SBC Center" de la ciudad de San Antonio ante 18.797 espectadores.

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