El entrenador del Manchester United, Alex Ferguson, ha sacado el látigo y ha decidido sancionar con 1,4 millones de euros a los jugadores de su equipo que celebraron una fiesta de Navidad el pasado 17 de diciembre en la que el joven Jonny Evans fue acusado por una mujer de presunta violación, según informa el semanario News of the world.

La celebración, en la que participaron 30 futbolistas, se alargó durante 14 horas y era condición ineludible acudir sin mujeres ni novias. El único jugador del Man U que no asistió fue el portugués Cristiano Ronaldo, quien se encotraba en Zúrich (Suiza) para la gala FIFA world player, en la que el luso acabó tercero.

La multa de 1,4 millones será proporcional al sueldo de cada futbolista.

Ferguson amenaza con traspasos

El técnico del Manchester anunció, además, que no dudará en traspasar al jugador que no respete el código de conducta del club: "El fútbol ha cambiado pero uno no puede perder la sangre fría. Es por ello que haremos cambios en el Manchester United cuando veamos que alguien pierde el control. Cuando eso pase, el jugador deberá marcharse ya que el club reposa en su buen ambiente colectivo".