Linda Goldbloom, de 79 años, murió el pasado 29 de agosto en California debido al impacto de una pelota de béisbol durante un partido disputado en el campo de Los Angeles Dodgers, entre este equipo y los San Diego Padres.

La noticia se ha conocido ahora, cinco meses después, gracias a la cadena ESPN. Según esta televisión, la autopsia de la mujer revela que sufrió una "hemorragia intracraneal aguda" tras el impacto de la bola, bateada por Franmil Reyes, jugador de los Padres. Fue trasladada de inmediato a un hospital, donde fue atendida sin éxito durante tres días.

Los Dodgers no emitieron ningún comunicado tras la muerte. Sólo tras la información de ESPN decidieron pronunciarse sobre el fatal desenlace. "Estamos profundamente tristes por este trágico accidente y la muerte de la Sra. Goldbloom. Hasta ahora todo se había resuelto con un acuerdo entre los Dodgers y la familia".

La Major League Baseball, liga profesional norteamericana, estrenó la última temporada unas redes de seguridad para proteger las zonas de los estadios más vulnerables a estos peligros. La hija de la víctima ha declarado a ‘The Washington Post’ que la pelota no podía ser "esquivada o atrapada de ningún modo".

Este tipo de incidentes son habituales en los partidos de béisbol, aunque Goldbloom se ha convertido oficialmente en la primera víctima mortal en medio siglo en esta liga. En 2017, una niña de dos años resultó herida en la cara en el Yankee Stadium de Nueva York.