Fiel a su estilo mordaz, el portugués no quiso valorar el penalti señalado a favor del Barcelona en su último partido de Liga, frente al Recreativo (3-0) , pero sí admitió su "sorpresa" por la acción protagonizada por el ex del Chelsea Eidur Gudjohnsen, "un jugador que ha pasado toda su vida deportiva en Inglaterra", donde intentar engañar al árbitro es un gesto reprobado por prensa y público.
Fue más allá Mourinho cuando se le preguntó por sus declaraciones del pasado curso sobre el teatro de Leo Messi en Stamford Bridge tras sendas entradas de Asier del Horno. "¿Teatro? Preguntadle a Eidur (Gudjohnsen)", contestó al tiempo que se levantaba de su silla para abandonar la sala de prensa en tono desafiante y empezar a dirigir el entrenamiento de su equipo en el Camp Nou.
El entrenador portugués del Chelsea también matizó que el pasado sábado dejó de ver el Barcelona-Recreativo por televisión justo en el momento en el que el colegiado señaló el penalti a favor del Barcelona, "pero sólo porque coincidía con el inicio del Oporto-Benfica, que empezaba media hora más tarde".
"Del Barca no tenía mucho que ver porque ya conozco lo suficiente", agregó el luso.
Dos puntos
Mourinho, además, se esforzó en recalcar que el partido contra el Barça no supone "ninguna cuestión personal" para él pese a su pasado barcelonista y a la polémica que ha envuelto sus últimos enfrentamientos con el conjunto azulgrana.
"No tengo nada contra el Barcelona, simplemente venimos a intentar ganar el partido. Necesitamos al menos dos puntos para clasificarnos e intentaremos ser primeros de grupo", añadió.
"No es mi problema quién se clasifique en segundo lugar, ya sea el Werder Bremen o el Barcelona. Yo no estoy aquí para ayudar a nadie, sino para ganar partidos, a Bremen iremos a ganar pase lo que pase mañana en el Camp Nou. Si algún tonto con ideas locas dice que podríamos ir a perder a Bremen o a regalar el partido, tiene una mentalidad enferma. El día que prepare un partido con intención de perder, dejaré el fútbol", aseguró.
Un equipo distinto
El portugués, que también se declaró "sorprendido" por el hecho de que "no me preguntéis mi equipo para mañana", elogió "el juego limpio del fútbol inglés y cómo se interpreta allí el juego" y dijo que no le preocupa en exceso el recibimiento que le dispensará el Camp Nou.
"El año pasado tuve que meter mi traje en la lavandería", comentó en alusión a los escupitajos que recibió su llegada al aeropuerto de El Prat, "pero este año no ha pasado nada, he venido caminando del hotel al estadio y he estado muy tranquilo en todo momento. No espero que la gente me aplauda, pero a mí me da igual, lo que me interesa es lo que pasa en los 90 minutos de juego".
Mourinho aceptó que el Chelsea de esta temporada es "diferente" al de cursos anteriores, en la medida en la que ahora "tenemos un juego ofensivo más centralizado y llevamos más a menudo la iniciativa del juego".
"El año pasado practicábamos más el contragolpe y la velocidad de los atacantes por banda, pero ahora somos un equipo distinto, al fin y al cabo, Shevchenko no es Duff y Ballack no es Gudjohnsen".
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