Henrikh Mkhitaryan no jugará la final de la Europa League, que su equipo, el Arsenal, disputará el próximo 29 de mayo ante el Chelsea. El futbolista no será baja por sanción o lesión, sino por una tensión política entre su país, Armenia, y Azerbaiyán, en cuya capital, Bakú, se disputa el partido.

Ambas repúblicas ex soviéticas mantuvieron en 2016 un conflicto bélico conocido como la guerra de los cuatro días, cuyas raíces se encuentran en la guerra del Alto Karabaj, una disputa territorial que duró seis años (del 88 al 94) y puso fin a las relaciones entre ambos estados. Entonces, Azerbaiyán prohibió la entrada en su territorio a ciudadanos armenios.

Aunque existía la posibilidad de solicitar un permiso, el Arsenal ha confirmado este martes que el jugador no formará parte de la expedición a Bakú. Asegura que ha valorado “todas las opciones” para que el jugador pudiera viajar, pero entre todos se ha tomado esta decisión tras dialogar con él y su familia. “Hemos escrito a la UEFA para expresar nuestra honda preocupación”, cuenta el club. “Micki ha sido un jugador clave en el camino a la final, por lo que supone una gran pérdida para nosotros como equipo”.

Mkhitaryan ya se perdió un partido contra el Qarabag, equipo azerbaiyano, y otro en 2015 contra el Gabala cuando aún jugaba en el Borussia Dortmund. “Estamos también muy tristes porque un jugador se pierda una final europea por circunstancias como esta, pues se trata de algo excepcional en la carrera de un futbolista”, añade la nota del Arsenal.