El ex piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher permanece en estado "crítico pero estable" según informó su familia este sábado. Anunciaron además que no está previsto dar ninguna conferencia de prensa sobre su estado de salud antes del lunes de la semana próxima.

Previamente, un amigo de la familia Schumacher informó de que el campeón del mundo seguía grave "pero fuera de peligro". "No soy médico", comentó Philippe Strieff a los medios a las puertas del hospital, "me limito a reproducir lo que me dijo [el cirujano y también amigo de la familia] Gerard Saillant".

De momento el hospital no ha confirmado la información proporcionada por Strieff sobre la salud del piloto, en coma desde el accidente sufrido en la estación de esquí de Meribel el pasado 29 de diciembre. No obstante, Strieff destacó que Schumacher "es joven, siempre ha estado en plena forma física, y no hay razón para pensar que no vaya a conseguirlo".

No obstante, la portavoz de la familia salió al paso de estas palabras: "Queremos dejar claro que cualquier información relativa a la salud  de Michael que no proceda de los médicos que le tratan, o de su equipo, debe ser considerada inválida y como pura especulación", indicó su agente, Sabine Kehm. "La familia solo se preocupa por la salud de Michael, cuyo estado sigue siendo crítico pero estable", remachó.

Schumacher se retiró de la Fórmula 1 el año pasado tras un regreso de tres campañas con Mercedes, una vez que confirmó su salida de Ferrari tras 2006. El alemán ganó 91 Grandes Premios durante una carrera de 19 años en el 'Gran Circo' y consiguió dos títulos con Benetton en 1994 y 1995 antes de pasar a Ferrari en 1996 y llegando a ganar cinco títulos consecutivos a partir de 2000.

En espera de que se sepa si esa cámara pudo grabar el momento en que se produjo el choque que rompió el casco y que ha dejado entre la vida y la muerte al campeón alemán, la cuestión que se plantea son las eventuales responsabilidades y las consecuencias financieras que tendrían.

En ese contexto, cobran particular relevancia las versiones sobre el desarrollo de los hechos, en primer lugar sobre si el límite de las pistas estaba adecuadamente balizado, ya que el punto donde se produjo la caída de Schumacher estaba en un espacio exterior, pero a sólo unos metros de un cruce entre dos de esas pistas, una roja y otra azul.

El director de Méribel, Olivier Simonin, señaló a Le Figaro que el área del siniestro "presenta unos riesgos y comporta un cierto número de peligros más o menos importantes según las condiciones, como todos los lugares que no están balizados".

Aunque Kehm ha insistido en que el expiloto no esquiaba a gran velocidad cuando se produjo el impacto y que había acudido en ayuda de un amigo que había tenido una caída sin consecuencias, un instructor de esquí francés, identificado como Stéphane, afirmó a Le Figaro que "es imposible partir en dos un casco sin ir muy deprisa".

Un antecedente importante es el de la estación de Font Romeu, en los Pirineos franceses, que en 2011 fue condenada a indemnizar a una mujer que quedó tetrapléjica tras caerse en una pista verde.