Messi, de 21 años, viajará esta mañana a Barcelona y, de allí a Shangai, con un miembro del equipo técnico del Barça, Pepe Costa.

El club quería que el jugador se quedara en Europa para jugar la ronda preliminar de la Liga de Campeones, pero la Federación Internacional de fútbol (FIFA), a través del juez único de la Comisión del Estatuto del Jugador (el tunecino Slim Aloulou), resolvió que la liberación de jugadores menores de 23 años para los Juegos Olímpicos es obligatoria.

Ante una eventual apelación del Barça ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), éste se declaró el ayer no competente en dos casos similares, los de los brasileños Rafinha (Schalke 04) y Diego (Werder Bremen), cuyos clubes se oponían a la cesión.

"El TAS consideró que no existe una convención de arbitraje entre las partes que le permitan tratar estos asuntos", explicó en su comunicado el Barça, dado que la Carta Olímpica no es aplicable a los clubes profesionales.