La versión más estelar de Leo Messi apareció en el Camp Nou para reivindicarse, una vez más, como el mejor jugador de fútbol en la actualidad.

Tras una preimera parte frenética, en el segundo tiempo el ritmo diabólico del partido se calmó hasta que apareció Leo Messi, que en su partido cien en la Liga de Campeones dio la razón a Pep Guardiola cuando en rueda de prensa dijo que ningún sistema defensivo podía parar al astro argentino.

El delantero rosarino anotó dos goles y una asistencia a Neymar en el último cuarto de hora que acercan a la final de Berlín a los culés.

El primero para desperezar al Barça cuando más agobios pasaba. Recibió un pase de Alves, condujo hasta la frontal y lanzó un zapatazo potentísimo que se metió rozando el poste izquierdo de Neuer.

Pero, sin duda, hay que quedarse con el segundo gol del argentino, una obra de arte. Con la grada aún celebrando el gol, la maravilla estaba a punto de llegar. Recibió el balón de Rakitic, encaró a Boateng al que hizo un giro de cintura que provocó su caída a plomo y picó con suavidad ante la salida de Neuer. La grada, por los suelos.

"Estoy feliz, se nos acababa el tiempo; no tiene nada que ver con el Mundial", dijo el astro tras el partido.

Sus compañeros también alabaron al argentino. "Si está inspirado nadie lo para y hoy ha hecho dos goles fantásticos, el segundo increíble y es un placer tenerlo con nosotros", destacó Piqué.

El centrocampista Andrés Iniesta se deshizo en elogios hacia su compañero Lionel Messi, del que dijo que es "único e irrepetible".