Argentina solo pudo sacar un punto de su visita a Bolivia. Los 3.600 metros de La Paz, donde se jugó el partido, pasaron factura a los argentinos.

Un ejemplo son Messi y Di María. El primero, vomitó en el descanso, y Di María necesitó oxígeno.

Pero el madridista no fue el único. Muchos de los jugadores de Sabella fueron yendo a la banda durante el partido para ir tomando dosis de oxígeno.

Las imágenes hablaron por sí solas. Durante la segunda mitad, y en un lance del juego, se pudo ver a Di María en la banda con una máscara de oxígeno, aunque el centrocampista del Real Madrid pudo continuar.

Con Messi pasó lo mismo. Y, tras comenzar la segunda parte con algo de retraso, se pudo saber que el motivo fue que el culé estuvo vomitando en el vestuario.

Al final del partido, el astro se quejó de lo difícil que es jugar en la altitud de La Paz y afirmó que "cuesta mucho más" recuperarse de este tipo de partidos.