Entre las novedades: los controles por sorpresa, la inspección de botiquines y las sanciones para el entorno del deportista, con posible pena de prisión de seis meses a dos años.
El texto, estructurado en cuatro títulos y 49 artículos, pretende la absoluta confidencialidad en los procesos, contempla la extinción parcial de la responsabilidad en caso de «colaboración» con las autoridades y abunda en la prevención y la protección de la salud de deportistas.
Por los deportistas
La primera reacción del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, fue afirmar que la ley «va a favorecer a los deportistas porque se va a sancionar a los que recetan, suministran y aconsejan».
La norma citada entrará en vigor tres meses después de su publicación en el BOE.
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