Ante los ojos de Real Madrid y Tau volvieron a brindar un duelo trepidante, precioso, capitalizado por los jugadores, que en los cuatro partidos han ido un paso por delante de las avezadas pizarras de los respectivos técnicos.

La final de este año quedará en el recuerdo como la más igualada de las veintidós hasta ahora disputadas.

Un tercer cuarto decisivo

El encuentro de hoy también transcurrió igualado, hasta que el Madrid despegó en el tercer cuarto, que finalizó con una diferencia de 16 puntos a su favor (60-44).

El Tau había llevado la situación bajo control hasta entonces, como en el choque que valió el 2-1. Scola brilló sobremanera en el primer cuarto. De sus manos salieron doce de los diecinueve puntos anotados por los visitantes en al acto de apertura.

También trabajó bien el Tau en el segundo corte, aunque en el último respiro cedió la iniciativa a los de casa (37-35).

Reacción y técnica al TAU

Los vascos, sin embargo, no se amilanaron. Apretaron el partido hasta el 69-65 (m.37). Bullock disponía de dos tiros libres gracias a una falta señalada a Vidal. Entonces llegó la explosión de Ivanovic. Protestó y protestó y protestó hasta que le cayó la técnica. La primera. Siguió la protesta y Mateo Ramos le descalificó.

Puede ser tensión del momento o estrategia para el quinto choque, para caldear el ambiente del Buesa Arena. Lo cierto es que cinco tiros libres de Bullock sellaron por anticipado el 2-2.

El domingo habrá un campeón

El título conocerá a su nuevo dueño el próximo domingo en Vitoria, en el pabellón Buesa Arena (19.00, La 2). Allí han ganado los blancos dos de las tres visitas que han rendido esta temporada.