Los goles de Raúl y Robinho devuelven la vida al Madrid

Los dos tantos del capitán merengue sirvieron para certificar una victoria que se había puesto muy cuesta arriba por el gol en propia puerta anotado por el debutante Woodgate, que acabó expulsado. Robinho marcó el empate.
Robinho, después de marcar su primer gol como madridista (Efe).
Robinho, después de marcar su primer gol como madridista (Efe).
EFE
Robinho, después de marcar su primer gol como madridista (Efe).

Raúl y Guti, dos símbolos del madridismo, resucitaron al Real Madrid del letargo en el que se había instalado el equipo y devolvieron la ilusión en un partido bronco, donde el Athletic curiosamente se vino abajo tras jugar con un futbolista más, tras la expulsión del inglés Jonathan Woodgate.

Fue un partido de raza, de carácter, de esos que gustan al madridismo. De inicio, Luxemburgo no dio con la tecla. Cambió el libreto. De su famoso cuadrado mágico ya no hay ni rastro.

Se abonó hoy a algo más sencillo, más normal, un 4-2-3-1, con Gravesen y Pablo García sujetando al equipo en el medio centro, con Beckham y Robinho más echados a los costados y Raúl por detrás de Ronaldo. Pero nada. Agua.

Un debut poco afortunado

El primer tiempo fue una tortura para un público que soportó con dignidad el tedio y ante un rival, el Athletic, más 'blandito' que otros años. Era el debut liguero de Woodagte y el inglés no pudo estrenarse con peor suerte. Marcó un gol en propia meta (min. 25) y desde ese momento no anduvo fino. Y eso que el Bernabéu, se portó de cine con Woody.

Fue el Athletic un equipo disciplinado. Con Yeste más bajo de lo habitual, con Tiko muy suelto, y con un Pablo Orbáiz imponente, con una jerarquía enorme y valiente siempre que pisa el Bernabéu. Si el año pasado se le resistió el gol desde el medio del campo, hoy buscó sorprender también a Iker desde larga distancia.

Un disparo de Robinho al palo, a los seis minutos, tras recibir un taconazo de Raúl al borde del área, fue lo más potable del Madrid en términos ofensivos en el primer tramo. Tras el descanso, Luxe por fin lo vio claro. Dejó en la caseta a Gravesen y sacó a Guti. Más fútbol, menos miedo. Más gente de casa, más orden y calidad.

La segunda parte, para el Madrid

Nada más comenzar el segundo tiempo llegó un gol rápido de Robinho, que cambió el panorama. Marcó el brasileño de cabeza (min. 52) su primer gol en España. Y comenzó otro partido.

El Madrid comenzó a presionar en todo el campo. A golpe de corneta fue comiéndose a un Athletic, que en primer momento no metió en la cueva, pero que curiosamente perdió el rumbo cuando comenzó a jugar con superioridad numérica.

Fue irse expulsado Woodgate (min. 66) y subir la moral del Madrid. Justa o injustamente, lo cierto es que la presunta persecución arbitral que ve el Madrid, hoy le vino bien. El público se mantuvo unido al equipo y con Raúl al frente, el Madrid se 'echó al monte' y se llevó el partido.

Con Guti y Raúl juntos, el Madrid jugó de verdad. Raúl demostró que está en racha. Dos goles, el primero de ellos (min. 65), tras recibir un generoso pase de Ronaldo. Luego, Raúl mandó otro golazo (min. 68) a la red de Aranzubía.

La buena noticia es que Luxemburgo por fin ha encontrado su once. Baptista no tiene sitio y es Zidane quien tiene que disputarse un sitio con Guti. El Athletic, de haber contado con un nueve arriba, podría haber hecho más daño a Iker.

Salió Fernando Llorente y obligó al Madrid a fijar marcas, con Raúl Bravo y Pavón encima. Llorente mandó un balón al larguero a los 80 minutos. Y en la recta final, Iker volvió a ser el de siempre. Un seguro de vida.

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