La Skyrunner World Series, la Copa del Mundo de Carreras por Montaña, catapulta en 2011, tras seis citas por todo el mundo, a Luis Alberto Hernando y Ohiana Kortazar, dos atletas que concilian su pasión con sus obligaciones.

1. ¿Cómo descubrió o cómo llegó al pujante mundo de las carreras por montaña?

2. ¿A qué cree que se debe el constante crecimiento de esta modalidad deportiva?

3. Habrá quien piense que, dado el entorno de competición, pueden ser pruebas peligrosas...

4. ¿Cuál es el peor momento que ha pasado con un dorsal puesto?

Luis Alberto Hernando

1 Competía en esquí de fondo. Un verano comencé a participar en algunas citas del Pirineo. Lo que era una pretemporada este año ha sido mi gran objetivo..., y mira (ríe).

2 El ambiente es magnífico, muy popular. Es una forma de ir al monte muy segura, una actividad en la que encuentra nuevos retos gente con diferentes inquietudes (bicicleta, atletismo, montañismo...).

3 Es más fácil lesionarse que en la pista, pero a nivel de esguinces. Las organizaciones son serias y experimentadas en la montaña, fijan cotas de seguridad... Lo veo más seguro que ir a tu aire al monte.

4 En el Campeonato del Mundo de 2010 me torcí un tobillo a no más de kilómetro y medio de la meta, una cuesta abajo con 300 m de desnivel. Pasé un minuto horrible. Pero acabé la carrera... ¡y al final fui tercero!

Oihana Kortazar

1 El monte siempre fue una afición familiar. Yo competía en duatlones, y en 2008 se me presentó una oportunidad en casa, la Arno-Mutriku, me apunté y gané. ¡A los siete días estaba en Navarra, en otra!

2 La gente busca huir del día a día sin renunciar al sufrimiento. Es una forma de aunar deporte, turismo y acercarse a la naturaleza. Conozco mucha gente loca por esta modalidad pese a que su zona no tiene grandes montes.

3 Es cierto que tiene su peligro, pero las organizaciones son muy eficientes y más que ‘grandes averías’ se sufre de ‘chapa y pintura’. Tienes que ir concentrado, especialmente en las pruebas largas.

4 En un Europeo, dos años atrás, ya desmotivada por una lesión. Había nieve en la bajada, no tenía experiencia. Lo pasé mal, sentía que estorbaba a los demás. Lloré un buen rato de impotencia.