El cielo de París dejó ayer a los espectadores de la pista central de Roland Garros sin  el desenlace del partido de octavos entre Rafa Nadal y el francés Sébastien Grosjean. Con un 6-4, 3-6 y 3-0 en el marcador, a favor del mallorquín, el partido se aplazó por la lluvia y se retomará hoy. El encuentro estuvo marcado por la actitud del público, que animó a su compatriota presionando y abucheando al juez de silla. Nadal intentó aislarse del ambiente, pero llegó a perder su saque en el segundo set, lo que permitió que Grosjean entrara en el partido. El encuentro entre el alicantino David Ferrer y el argentino Gaudio también se retrasa a esta jornada, al igual que el choque en el cuadro individual femenino entre Nuria Llagostera y la número dos, Maria Sharapova. Antes de este paréntesis, la Armada se quedó sin Carlos Moyá, que se despidió de París al perder contra el número uno del mundo, Federer, por 6-1, 6-4 y 6-3. El mallorquín, que nunca ha ganado al tenista suizo, no pudo hacer frente a su rival, al que apenas inquietó con su servicio. Además, tuvo que ser atendido en el segundo set por molestias en el hombro derecho, que le hacen ser duda para Wimbledon. En lo que va de temporada, Moyá sólo ha ganado el torneo de Chennai, en el mes de enero.