Una vez decidida la Liga a favor del Madrid, solo quedan tres incógnitas por resolver en el duopolio que forman los merengues y el Barça: saber si los hombres de Mourinho llegarán a los 100 puntos, ver si los azulgrana les quitarán el récord de goles en una temporada –ahora mismo, 117 por 112– y conocer quién será el pichichi en ese duelo de matadores que lidera Messi –50 goles, después de los cuatro al Espanyol– por delante de Cristiano, 45–.

Sin embargo, la última jornada es mucho más importante. En una época en la que los clubes están asfixiados económicamente –deben 752 millones a Hacienda–, unos pocos se jugarán la vida en un partido para permanecer en Primera y, otros, para meterse en Champions o Liga Europa y recibir dinero fresco que les alivie.

La tensión en este tramo final quedó tristemente plasmada con el botellazo de Dani Benítez al árbitro Clos Gómez al acabar el encuentro que perdió el Granada en casa ante el Madrid. Los andaluces, Villarreal, Rayo y Zaragoza dependen de sí mismos para salvarse, con el aliciente de que habrá un Rayo-Granada. El Sporting espera un milagro o, lo que es lo mismo, que ellos ganen y que Rayo y Zaragoza pierdan.

Una vez asegurado su tercer puesto, el Valencia, que la temporada que viene cambiará a Emery por Pellegrino según varias fuentes, Málaga, Atlético y Levante se jugarán la plaza de Champions que da acceso a la previa. Los malagueños cuentan con dos puntos de ventaja sobre los colchoneros y tres sobre los granotas. Para dos plazas de Liga Europa hay más posibilidades que carambolas en el billar. Aparte de los tres citados para la Champions, también tienen opciones Osasuna y Mallorca. El Athletic tiene plaza fija como finalista de Copa.

Excepto el Real Sociedad-Valencia (20.00 h) y el Betis-Barcelona (22.00 h), que se disputarán el sábado porque no tienen nada que jugarse, el descenso y Europa se decidirán en la última jornada el próximo domingo a las 20.00 horas. Antiguamente, en los banquillos estaban siempre presentes los transistores. El domingo supongo que veremos solo smartphones, pero las alegrías y las decepciones serán las mismas.

El delantero del Granada Dani Benítez, que agredió al colegiado Clos Gómez con una botella el sábado, se arrepintió ayer de sus actos, en el programa Punto Pelota: "La he cagado. Estoy jodido, pido perdón por lo que hice". El Comité de Competición decidirá su sanción el martes. Si lo considera una agresión leve, le caerían entre cuatro y 12 partidos. Si lo considera grave, podría suspenderle entre tres y seis meses.