El equipo catalán controló mejor los nervios que las locales, que aún así tuvieron la oportunidad de cambiar el guión del encuentro en el tercer cuarto, e impuso la fortaleza de la pareja interior que forman Delisha Milton y Erika de Souza, bien acompañadas por Marta Fernández y Sandra Gallego.
Sin respuesta local
El Ros, que pagó su excesiva dependencia de Amaya Valdemoro, se mostró errático en ataque y no supo seleccionar sus tiros, lo que restó valor al buen resultado que durante muchos minutos le dio su defensa zonal.
Fuera nervios
Los dos equipos se dejaron los nervios en el vestuario y el encuentro se aceleró en la reanudación. Amaya Valdemoro, pese a las tres faltas que había acumulado, asumió la responsabilidad anotadora del Ros Casares y puso en problemas la defensa del Barcelona. A las locales, demasiado pendientes del arbitraje, les comenzó a entrar la prisa y el Barcelona supo leer perfectamente el encuentro y ganarlo.
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