Dicen que la cara es el espejo del alma y, si hacemos caso al refrán, el rostro de los entrenadores de Barça, Atlético y Real Madrid no pudo ocultar el verdadero estado de ánimo de sus respectivos equipos, que esta tarde-noche se juegan el liderato de la Liga separados por un punto en la clasificación.

Tenso, a la defensiva e instalado en un enfado permanente compareció Luis Enrique en rueda de prensa. "Me va la adversidad, lo tengo en los genes gijoneses; soy así de gilipollas. Tengo unas ganas enormes porque no me puedo imaginar el fiestón que nos vamos a pegar si ganamos la Liga", dijo, consciente de que su Barça es líder, con 76 puntos, pero lleva cuatro jornadas sin ganar, las tres últimas saldadas con derrota y, además, con la Champions perdida en el camino.

Él intenta mantener la calma: "Me aferro a mis jugadores, a su actitud, a su manera de competir y a la fe en que pueden ganar todos los partidos que quedan"; pero sus nervios salen a flote cuando le recuerdan, por ejemplo, su polémica con el periodista Víctor Malo al que faltó al respeto el domingo cuando este le preguntó por el estado físico de su plantilla –"¿cuál es tu apellido? Siguiente pregunta", le respondió–.

Ayer no quiso disculparse: "No he faltado al respeto a nadie.  En cambio, muchos medios sí me lo han faltado a mí y a los jugadores. Si no les gusta mi estilo, me importa un bledo". Tampoco le gustó que le preguntaran si eran necesarias más rotaciones: "No tengo nada que comentar sobre eso".

Pero el verdadero estado de ánimo del Barça lo medirá hoy el Deportivo. Los culés visitan Riazor sin margen de error tras haber dilapidado en pocas semanas una ventaja de 9 y 12 puntos respecto al Atlético y el Real Madrid. Piqué será baja por sanción y Bartra ocupará su lugar. "Está más que preparado", subrayó Luis Enrique.

Simeone intentó mantenerse fiel a su filosofía cholista, ya saben, lo del 'partido a partido', y dijo que solo piensa en el duelo de hoy en San Mamés: "Lo único importante para nosotros es ganarle al Athletic". Y siguiendo su guion recordó que el Atlético ya ha hecho parte de sus deberes: "Acabamos de lograr un objetivo importante del club es que es asegurarnos un puesto en Champions".

Pero ni siquiera el Cholo pudo ocultar que haber alcanzado al Barça en puntos (solo los separa el golaverage) obliga a pensar en el título. "No soy adivino, pero tengo la seguridad de que no dependemos de nadie, solo de nosotros", dijo.

En Bilbao, los colchoneros afrontan hoy un reto complicado y lo harán con la baja del capitán Gabi, sancionado.

"Tenemos la suerte de poder luchar todavía por la Liga y la Champions, pero aún no hemos ganado nada", dijo ayer un sonriente Zidane en un intento de contener la euforia que vive el Real Madrid por haberse situado a un punto del Barça tras haberle recortado 11 en cuatro jornadas. El francés llegó a dar la Liga por perdida tras la derrota en el derbi ante el Atlético, en febrero, pero lo explicó: "En el fondo sabía que aún teníamos posibilidades".

Esta noche su equipo deberá demostrar si va en serio ante el Villarreal, en el Bernabéu. Carvajal, Pepe y Bale son baja.