El Real Madrid acabará  2007 como líder de la Liga pase lo que pase el próximo domingo en el Camp Nou ante el Barcelona, en el clásico del fútbol español.

El equipo que dirige el alemán Bernd Schuster mantiene cuatro puntos de ventaja con los azulgrana a falta de una jornada para finalizar el año. El choque de ayer ante Osasuna en el Santiago Bernabéu, que el pasado viernes cumplió 60 años, fue la misma película que últimamente se repite una y otra vez: acoso inicial visitante y mazazo imprevisto blanco. En esta ocasión fue al cuarto de hora de partido, cuando un cabezazo del holandés Van Nistelrooy, tras una falta lateral botada por Sneijder, echó por tierra las intentonas navarras, abanderadas hasta entonces por el mexicano Carlos Vela.

Con el 1-0, el Real Madrid desconectó por completo en ataque hasta la segunda parte, en la que Robinho aglutinó de inicio el juego ofensivo, aunque sus intenciones las adivinó bien Ricardo.

La entrada de Guti centró algo más al equipo, que veía como Osasuna se acercaba tímidamente a Casillas, y su influencia cuajó en el 2-0. Una combinación del segundo capitán con Van Nistelrooy acabó en los pies de Sneijder, que fusiló sin compasión a Ricardo y echó el cierre al encuentro.

«Lo mejor, el resultado»

El entrenador del Madrid, Bernd Schuster, se mostró ayer descontento con el juego desplegado por su equipo, pero feliz por el marcador final: «Lo mejor del partido, el resultado. Nuestra obligación es ganar y lo hemos hecho, aunque no siempre lo podemos hacer de manera brillante». El alemán también reconoció que fue «un partido espeso. Es cierto que hemos tardado en meter el segundo gol, pero el rival no nos creó peligro en ningún momento ni nos dio sustos».