Laporta, el nacionalista que triunfa en España, pone fin a su mandato en el Barça

  • El presidente acaba su ciclo con más de 50 títulos en siete años.
  • Busca una salida sonada con los fichajes de Villa y Fábregas.
  • Con su modelo ha llevado al Barcelona a lo más alto de su historia.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.
EP / REUTERS
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.

Joan Laporta se va. El presidente del FC Barcelona vivió este domingo su último partido en el palco del Camp Nou, su casa en los últimos siete años, en donde ha hecho que su proyecto sea reconocido como uno de los mejores de la historia y cuyo ciclo se ha cerrado con el vigésimo título liguero.

La base de su éxito: personal de la casa (Guardiola o Xavi Pascual entre otros), la cantera y el sentimiento catalanista. El 30 de junio será el día de su despedida del club, después de cosechar grandes récords que pondrán el listón muy alto a los sucesores venideros.

En su haber se lleva más de 50 títulos entre las disciplinas de fútbol, baloncesto, balonmano y hockey sobre patines. Sin duda, un registro al alcance de muy pocos, sobre todo en materia futbolística, ya que este abogado de 47 años ha sumado cuatro de los veinte títulos ligueros y dos de las tras Ligas de Campeones de este club (12 en total).

Llegó al club bajo la campaña 'Elefant Blau', después de cinco años trabajando en la sombra para desbancar de la presidencia a Josep Lluís Núñez, pero acabó sucediendo en el cargo a Joan Gaspar y tomando las riendas de un club decadente.

Junto a su socio Sandro Rosell le entregó los galones a Rijkaard y el equipo de fútbol tomó carrera a partir de la 2004-05, tras un año en blanco, con dos ligas seguidas y la Champions en 2006. El Barça, por entonces, se asociaba a excelencia de juego y de club, pero la temporada siguiente se cerraría únicamente con la Supercopa de España.

Primera crisis y la gran decisión

No hubo criba y la situación se prolongó por un exceso de confianza de la directiva (en el caso de Deco, Ronaldinho y Eto'o), algo que acabó repercutiendo internamente y el club vivió otro año en blanco (2007-08). Ahí comenzaron los verdaderos problemas de Laporta, después de que un sector del barcelonismo la tomara con él e incluso se le llegara a plantear una moción de censura que salvó por los pelos.

Las repercusiones, las salidas Rijkaard, Deco y Ronaldinho.La regeneración llegó con la arriesgadísima apuesta de Laporta por Pep Guardiola, que acaba de echar a andar como técnico con un título en tercera división y una ascensión a Segunda B con el filial.

Todo parecía un error, después de un comienzo errático y titubeante, pero el presidente confió en Guardiola, le dio confianza y consiguió poner fin a la tensión consiguiendo la Copa, la Liga y la Champions, y, con las Supercopas de España, de Europa y el Mundialito, se aplicaría por primera vez la palabra 'sexteto'. El éxito era absoluto.

Curioso es que, en la mejor época en lo deportivo, Laporta convivió en 2009 con las múltiples dimisiones de su cuerpo directivo, así como llevó a cabo una auditoría interna de los miembros de la junta, llegándose incluso a tachar de espionaje. Pese a todo, los títulos le avalaban y se mantenía en el cargo sin excesivos problemas, e identificaba dicha estrategia con su intención de reconocer al candidato más válido para sucederle en el cargo.

La versión política y las salidas de tono

Lo que también queda claro es el sentimiento nacionalista que lleva implícito Joan Laporta. Muchos aficionados le han reprochado ese interés desmedido por identificar al catalanismo con el propio barcelonismo, sobre todo fuera de Cataluña, así como se le ha acusado de utilizar al Barça como plataforma de salto a la política. De hecho, en febrero de 2010 ponía en funcionamiento su propia página web Laporta2010.cat, bajo el lema 'Laporta per Catalunya'.

También quedarán en el recuerdo sus frases hacia la prensa madrileña, a la que calificó de "caverna mediática españolista" en numerosas ocasiones, sus celebraciones en la discoteca 'Luz de Gas', sus escarceos amorosos o su archiconocido "Al loro, que no estamos tan mal", entonado en el mes de abril de 2008, un año antes de hacer historia.

Despedida a lo grande

Lo cierto es que Joan Laporta pretende salir a lo grande. Si bien ha renovado ya a Gabi Milito y ha indicado que Bojan seguirá, los dos 'ases' que esconde en la manga pasan por Villa y Fábregas, españolizando más si cabe la plantilla y 'corrigiendo' en parte el error de Ibrahimovic. Su obsesión, asegurar la continuidad de su proyecto, parece asegurada con Pep Guardiola, aunque no con Txiqui.

Ahora sólo cabe esperar hasta el 13 de junio para saber quién será el sucesor de Joan en las próximas elecciones a la presidencia azulgrana. Empieza un nuevo ciclo.

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