La base de la selección española de baloncesto y estrella del USK Praha, Laia Palau, anunció este miércoles, en una entrevista con la Agencia EFE, que planea retirarse como jugadora profesional tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de agosto de 2016.

Palau declaró que va a "intentar seguir una año más en la Euroliga e intentar ir a los Juegos (Olímpicos de Brasil 2016). Si nos clasificamos, si estoy bien físicamente y si la selección me quiere, intentaré ir. Y lo dejo".

A sus 35 años, la veterana jugadora nacida en Barcelona aclaró que se encuentra en un estado óptimo de forma, y que si lo deja, no es por cuestiones físicas: "no es por nada, es que si no, no le podré fin. Yo me veo 'superbien'". Y añadió: "Si de cabeza y de cuerpo vas bien, es mucho más sencillo. Ojalá estuviera toda mi carrera así. Ahora es cuando estoy disfrutando más".

Tras proclamarse vencedora con el USK Praha de la Copa checa y ser líder indiscutible en el campeonato liguero, Palau afronta con realismo la semifinal de la Euroliga, el 10 de abril en la capital checa, contra el Fenerbahçe de la hispano senegalesa Astou N'dour.

Palau, la jugadora española con más medallas en torneos de naciones, capitana en el último mundial, no oculta tampoco su sueño de revalidar el título europeo en Hungría, aunque reconoce que "es muy complicado".

"Vuelve Rusia, está Francia, ¡ojo con Serbia! y Turquía. Hemos estado bien los últimos años. Estamos poderosas, pero no sé si somos tan superiores para decir 'vais a ganar el oro'", reconoce.

Aún así, quedar entre los cinco primeros del Eurobasket asegura un puesto en el preolímpico, y en esto la opinión de la jugadora no deja lugar a dudas: sería el broche para su trayectoria como jugadora.

"No perdamos de vista el objetivo, que es ir a unos juegos. Eso es lo primero. Y luego intentar ganar el campeonato de Europa. Está claro, pero pasito a pasito", afirma.

Tras su turbulenta salida del Ros Casares de Valencia, entidad que quebró, y una temporada 2012-2013 en el CCC Polkowice polaco, la catalana afirma estar feliz tras dos años en Praga, aunque alguna vez sintió ganas de jugar en el Galatasaray o el Fenerbahçe.

"Me gusta el poder vivir, aparte de jugar. En Praga tengo conciertos, tengo vida cultural, salgo de mi casa y estoy bien. Tengo una vida aparte del baloncesto y eso me gusta, es importante", opina.