Se sabe que la carrera partirá de Vigo y que tendrá otras dos etapas por suelo gallego. A diferencia de las últimas ediciones, no habrá prólogo contrarreloj, ni individual ni por equipo. Desde Galicia, el pelotón pedaleará a Asturias y Cantabria. Pronto llegará la montaña, en la cuarta etapa, con la meta en la cima de los Lagos de Covadonga y una peligrosa jornada camino de Reinosa al día siguiente.

Desde la Cordillera Cantábrica la Vuelta se dirigirá a Aragón, donde se disputará la primera contrarreloj larga –se rumoreaba que en Cariñena– y el segundo final en alto, posiblemente en Ampriú, la cota más alta de la estación invernal de Cerler. Al día siguiente, otro final en montaña, en el Principado de Andorra.

Tras el primer descanso, la carrera bajará por el Levante español, con rumbo al oeste andaluz vía Hellín, en Albacete. Granada podría acoger un final parecido al de este año, con la subida al Purche en el itinerario, en el que Valverde perdió el jersey oro en favor del kazajo Vinokourov, ganador final.

La Vuelta, rumbo a Madrid, hará escala en Talavera de la Reina (Toledo) y Ávila. El monte Abantos, en la sierra madrileña, podría acoger el último final en alto antes de la crono definitiva y el paseo final por las calles de Madrid. No habrá, por tanto, novedades en un recorrido que se presume falto de originalidad.

Manolo Saiz no estará en Madrid

Fuentes de la organización confirmaron a este periódico que Manolo Saiz, uno de los propietarios de Active Bay, la sociedad dueña del equipo Astaná, no estará en la presentación de la Vuelta. Jesús Hernández, uno de los ciclistas que prestó declaración como testigo sobre la red de dopaje en la que Saiz estaría implicado, señaló que «él que se ocupaba de todo».