Pocos pilotos tenían tantas ganas de acabar el Mundial de Fórmula 1 como Fernando Alonso. Aunque optimista por los progresos realizados por McLaren esta temporada, el asturiano era consciente de que su equipo todavía seguía estando muy lejos del objetivo de pelear por el campeonato del mundo.
Pero todo puede cambiar el año que viene gracias al importante cambio en la normativa que obligará a las escuderías a estrujarse las neuronas este invierno para interpretar de la mejor forma posible las nuevas reglas del juego. Aquella que dé con la tecla correcta podría tener una ventaja decisiva sobre sus rivales. Recuerden lo que pasó con BrawnGP en 2009.
Y esa es la esperanza a la que se agarra Alonso para 2017, su último año de contrato con McLaren. El bicampeón español confía en que su escudería aproveche el cambio en el reglamento para ponerse al nivel de las mejores y le permita, por fin, pelear por su tercer título mundial. Del rendimiento de su próximo monoplaza dependerá su continuidad en la Fórmula 1 o su adiós definitivo.
La principal novedad en el reglamento de 2017 está en la descongelación de los motores que, se supone, equiparará el rendimiento entre las unidades de todos los fabricantes. Se acabará con el sistema de tokens, que solo permitía pequeñas evoluciones durante la temporada en función de una cantidad limitada de fichas de desarrollo (tokens) disponibles para cada equipo.
Esa rigidez a la hora de evolucionar motores impedía que los rivales de Mercedes alcanzaran la potencia del propulsor alemán, hasta 100 cv superior al Honda de Alonso. La FIA espera que en 2017 la diferencia de rendimiento entre los cuatro motoristas (Mercedes, Ferrari, Renault y Honda)sea inferior al 2% en el tiempo por vuelta.
Además de liberar motores, también se espera una revolución aerodinámica, con chasis más grandes (20 cm más anchos), centros de gravedad más bajos y un 20% más de carga aerodinámica. Aumentará así la velocidad en el paso por curva (se habla de coches entre 3 y 5 segundos más rápidos) y la estética de los monoplazas se asemejará a la de finales de los 90.
Los neumáticos Pirelli serán también mucho más anchos, el trasero crecerá de 325 a 405 milímetros (30%) y el delantero de 245 a 305 mm (25%). Eso se traduce en más agarre, pero también en mayor resistencia la viento en las rectas (drag).
En definitiva, motor, aerodinámica y neumáticos serán distintos y obligarán a los equipos a rediseñar casi por completo sus monoplazas.
A FAVOR DE ALONSO EN 2017
- Aerodinámica. Ganará importancia y el rendimiento de los monoplazas dependerá en menor medida de los motores. McLaren cuenta en la actualidad con uno de los mejores chasis de la parrilla.
- Motor. En Honda se quejaron de estar atados de pies y manos por el sistema de tokens. Con la descongelación de motores podrán desarrollar sin restricciones.
- Gasolina. Alonso tenía que ahorrar gasolina en muchas carreras porque el motor Honda consumía demasiado. En 2017 se aumentará de 100 a 105 kg el consumo máximo permitido en carrera.
EN CONTRA DE ALONSO EN 2017
- Neumáticos. Mercedes, Ferrari y Red Bull han sido los tres equipos que han podido probar los neumáticos de 2017 a lo largo de esta temporada y tendrán cierta ventaja sobre el resto de competidores.
- Distancia. Pese a la revolución en el reglamento, McLaren debe recortar una desventaja de casi 2 segundos por vuelta con Mercedes, una distancia enorme en Fórmula 1.
- Fiabilidad. Aunque este año mejoró, ha sido un problema endémico deHonda y se prevé que en 2017 los pilotos solo dispongan de 4 motores, uno menos que en 2016.
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