El ruso Gari Kasparov se impuso a su eterno rival y compatriota Anatoli Karpov, por un global de 9-3, en la exhibición disputada por ambos jugadores como conmemoración del 25 aniversario de la primera vez que ambos se disputaron el campeonato del mundo.

Kasparov demostró en el tercer y último día de partida su dominio en las partidas rápidas y amplió la ventaja de tres victorias a una, acumulada en las dos jornadas anteriores, al ganar cinco de las ocho partidas rápidas que ambos jugaron y en las que Karpov sólo pudo imponerse en una y firmar tablas en otras dos.

Si en las dos jornadas previas, las partidas semirrápidas dieron veinticinco minutos a cada ajedrecista para desenvolver su juego, esta vez sólo había cinco minutos por cada parte, con lo que el juego ganó en agilidad y Kasparov sentenció.