Joana Pastrana: otro golpe al machismo en el deporte

Joana pastrana con su título de campeona del mundo
Joana pastrana con su título de campeona del mundo
Twitter @jpastranabox
Joana pastrana con su título de campeona del mundo

Joana Pastrana hizo historia al proclamarse campeona del mundo de peso mínimo tras derrotar a los puntos a Oelez Sahin, en un combate que para la española fue duro y complicado, mucho más de lo esperado.

Unas condiciones, sin embargo, que no son algo nuevo para ella. Vivir del boxeo es algo utópico, más aún cuando la suerte no te acompaña y debes tener claro que el sueño por conseguirlo es más grande que cualquier otra cosa. Se rompió el segundo metarcapiano en la disputa por el campeonato de Europa en 2016, aguantó diez asaltos con la mano tronchada en aquella final y a punto estuvo de ganar (perdió por un solo punto). Finalmente tuvo que operarse y dejó de golpear... con su mano buena. Porque la mala sí la entrenó y ahora atiza con ambas con la misma fuerza. Y es que el anhelo continuaba siendo más grande que cualquier dolor.

Creció en Pan Bendito, un barrio humilde de Carabanchel. Su padre es carpintero y su madre, controladora de un parquímetro. Tiene una hermana menor y a los 12 años su familia se trasladó hasta Lozoyuela, un pueblo de la sierra de Madrid, porque sus padres querían más seguridad para sus hijas.

Pastrana es el arquetipo más claro de lo que supone la constancia y el dolor, que proviene de un deporte que baila sobre la lona de un cuadrilátero. Ella se define como un 'nervio' que de pequeña no podía parar de moverse. De hecho, en el colegio los chicos la elegían siempre de las primeras para jugar al fútbol.

Se sorprende cada vez que lo cuenta porque sabe que esa condición, la de ser mujer, no le otorga posiblemente el reconocimiento que se merece. Algo, por cierto, que no le preocupa ni lo más mínimo: "Con constancia y esfuerzo se puede conseguir lo que quieras. A mí me da igual ser mujer, tengo claro lo que quiero", un convencimiento explicado en un documental sobre ella y emitido por RTVE que pone sobre el foco una personalidad arrolladora.

De ahí se entiende que tras destrozarse la mano frente a Rupprech decidiese alzar bajo cualquier condición el título Europeo. Levantó dos consecutivos. Contra Sandy Coget y después frente a Judit Hachbold. Aún la esperaba el cetro mundial. Abandonó el local donde era camarera desde los 16 años para ser, con 27, campeona del mundo. Su temperamento es su mayor enemigo y en alguna ocasión han tenido que pararla, sobre todo en el tema de decisiones. Pero aquí no había manera. Iba a ser campeona del mundo.

Y lo consiguió. Frente a Oelez Sahin escribió Joana Pastrana, con letras de oro para la historia del boxeo español, su nombre.

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