Los altercados causaron también numerosos daños al mobiliario urbano y varios vehículos policiales, dos de ellos de la Policía Nacional.

La Cruz Roja atendió por heridas de diversa consideración a ocho personas, seis de ellas en el lugar de los hechos, mientras que las dos restantes fueron trasladadas al hospital Clínico de Granada, dijeron fuentes sanitarias.

Los detenidos permanecen en dependencias policiales acusados de delitos de atentado y desorden público.

Según testigos presenciales, los altercados comenzaron al impedir la Policía Local que varios aficionados accedieran al interior de la Fuente de las Batallas, en cuyos alrededores había concentradas, pasadas las 23.00 horas, unas 500 personas.

"Hecho inadmisible"

Una hora después, la afluencia de personas en esa zona ascendió a 5.000, según la estimación de la Policía Local, que pidió ayuda a la Nacional para disolver las concentraciones, en una actuación en la que se empleó material antidisturbios como pelotas de goma.

Los violentos, que lanzaron botellas, quemaron contenedores y dañaron mobiliario urbano, se dispersaron por diferentes calles de la ciudad.

Los agentes lograron disolver las concentraciones en torno a las cuatro de la madrugada, según la Policía Nacional.

Por su parte, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, calificó de "intolerable e inadmisible" que la celebración de un triunfo deportivo implique "destrozar la ciudad".

El concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Balderas, apuntó que la Policía Local detuvo a dos personas, uno por agresión a un agente y otro por actos vandálicos, y que aún no se han cuantificado los daños materiales.

También se vio afectada en la trifulca la Feria del Libro, ya que cinco casetas sufrieron daños y una más fue abierta y las obras "desparramadas por el suelo".