Iker Casillas se reconcilia con la afición del Real Madrid gracias a dos paradones en el Clásico

Iker Casillas celebra uno de los goles de su equipo ante el FC Barcelona.
Iker Casillas celebra uno de los goles de su equipo ante el FC Barcelona.
EFE
Iker Casillas celebra uno de los goles de su equipo ante el FC Barcelona.

Iker Casillas, capitán del Real Madrid, lleva mucho tiempo en tela de juicio para la afición del Real Madrid. Algunos fallos con el club blanco y con la selección lo ponen en el ojo del huracán a cada partido, pero en uno de sus exámenes más difíciles, el Clásico ante el Barcelona, sacó buena nota y se reconcilió con la afición del Real Madrid.

Lo consiguió gracias a dos paradones que recordaron a su mejor época, ambos en momentos clave del partido. En el minuto 24, cuando el Madrid perdía 0-1, el Barça pudo aumentar su renta gracias a un contraataque que llevó Luis Suárez por la derecha y cuyo centro encontró a Messi. El argentino remató a bocajarro y Casillas despejó a córner en pleno alarde de reflejos.

La segunda parada de mérito llegó a la vuelta del descanso, justo después de que Pepe pusiera el 2-1 en el marcador. El defensa francés Jérémy Mathieu se sacó un zurdazo durísimo que Iker Casillas despejó con un vuelo sin motor como los de antes.

El resto del partido, Casillas no tuvo más trabajo que ordenar a su defensa ante unos ataques relativamente tímidos del Barça.

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