"Cuanta menos gente mejor:  menos errores y menos se dispersa la información. Somos el núcleo duro". Habla Marcos Hirsch, una de las tres personas que forman parte del círculo de confianza de Jorge Lorenzo en el Mundial de Motociclismo. "Trabajo con Jorge desde que tenía 15 años. Ahora es una estrella, pero cuando lo conocí era un chaval que no acababa de centrarse. Me he encargado de su preparación física desde 2002, y también de marcarle un poco el camino", comenta Hirsch, quien desde 2009 es el mánager del campeón del mundo de MotoGP en 2010. Para este brasileño de 47 años, Lorenzo es "como un hermano" y lo define así: "Un joven preocupado por cultivarse que cada día intenta ser mejor atleta".

La mayor preocupación de Hirsch es aislar al mallorquín del circo que, en ocasiones, rodea a un deportista de élite: "Hay gente que siempre le está mareando con que podría ganar más dinero con esto o con aquello... Yo solo intento amortiguarle los golpes que da la vida", asegura. Y puntualiza: "Al final es él el que decide".

Otro de sus íntimos es Carlos Gil, barcelonés de 46 años. Este electricista reciclado a asistente de comunicación es literalmente su sombra. "Estoy siempre pendiente de él", sostiene Carlos, que entró en el equipo Yamaha para trabajar en el hospitality y se ganó la confianza de Jorge. "Ahora tiene más cuidado con la gente de la que se rodea. Es normal, se ha llevado muchos palos", afirma. El último en aterrizar en Lorenzo's Land es Joan Ferrando, su otro asistente y encargado del motorhome. "Para mí esto es un sueño", dice este gerundense de 43 años, que ha sido mosso d'esquadra los últimos 20 años y ahora está en excedencia. "Jorge es muy bromista y siempre tiene una sonrisa para todo el mundo", destaca. Y concluye: "Esto es como una familia".

Joan Ferrando, asistente: "Jorge es muy bromista y siempre tiene una sonrisa para todo el mundo"

Carlos Gil, asistente: "Ahora tiene más cuidado con la gente de la que se rodea. Se ha llevado muchos palos"

Marcos Hirsch, mánager: "Solo intento amortiguarle los golpes que da la vida".

Al trío de hombres de confianza de Jorge Lorenzo le falta un cuarto mosquetero: el piloto de Moto2 Ricky Cardús. "Es un gran amigo de Jorge que vive con nosotros en el motorhome. Es uno más del equipo", resalta Carlos Gil, quien lo considera "un chaval muy simpático". Ricky siempre está al lado de Jorge durante los fines de semana en los que hay carrera. "También suele entrenar con nosotros. Se llevan muy bien y su participación es de gran ayuda", destaca Joan Ferrando.