Cinco personas, entre ellas dos seguidores sevillistas, resultaron heridas tras la agresión de un grupo de hinchas violentos eslovenos al concluir este jueves el partido de la Europa League entre el Maribor y el Sevilla, informó este viernes la Policía eslovena.

"Alrededor de la medianoche, en la parada-gasolinera de Tepanje, en la carretera entre Maribor y Celje, se produjo una pelea masiva cuando un grupo de hinchas del Maribor pararon en varios coches detrás de los autobuses con los españoles" y les agredieron, explicó la portavoz de la Policía de la ciudad de Celje, Milena Trbulin.

Según el comunicado de las fuerzas de seguridad de esa ciudad, situada entre Maribor y la capital eslovena, Liubliana, los atacantes agredieron primero a los dos conductores italianos de los autobuses. Luego, los agresores, armados incluso con bates, la emprendieron contra los hinchas españoles que estaban dentro del establecimiento de la gasolinera, donde se produjo una pelea multitudinaria en la que dos españoles y un esloveno sufrieron diversas heridas y contusiones.

Los agresores se dieron a la fuga antes de la llegada de la policía y las ambulancias trasladaron a los heridos a un hospital cercano en el que fueron atendidos.

Los dos aficionados españoles heridos pudieron emprender el viaje de vuelta a Sevilla con el resto del grupo, formado por unas 45 personas de la peña Biris, después de recibir atención médica, según la policía. El ataque produjo también daños materiales en lo autobuses y en al gasolinera por valor de unos 5.000 euros.

La policía eslovena ha iniciado una investigación y prepara acciones contra un grupo de personas por las agresiones, de las que informará en los próximos días. Según los datos policiales, al partido en Maribor acudieron unos 120 aficionados sevillistas.

El incidente se produjo a pesar de las grandes medidas de seguridad que se tomaron durante y después del encuentro, tal y como relata Carlos Jiménez, vicepresidente de la Federación de Peñas del Sevilla y responsable del área de Desplazamientos: "No hubo incidentes de ningún tipo y de hecho nos sorprendió la seguridad que había", explica Jiménez, que acudió al partido, y que añade que "la grada en la que estuvimos estaba vallada y rodeada de policía, que luego escoltó al grupo hasta el autobús y a los que viajamos en coches particulares hasta los vehículos".

Carlos Jiménez ha lamentado el suceso y asegura que es "triste" lo ocurrido, sobre todo porque aún queda un partido de vuelta: "Precisamente después del partido, comentábamos el gustazo que era poder asistir a un partido así con tantas medidas de seguridad", comenta irónicamente el dirigente peñista.