El divorcio entre Pellegrini y Guti se confirma, aunque el centrocampista eche balones fuera y diga ante los medios que no tiene ningún problema con el técnico chileno.

Tras el supuesto desplante del '14' blanco en el campo del Alcorcón en Copa, Pellegrini ha tenido dos partidos para poner al jugador, que ya no arrastra ninguna molestia física y está al 100% para jugar. No ha sido así. Tanto para el partido ante el Getafe de Liga como para el de Milán en Champions, el técnico ha dejado fuera de la convocatoria al centrocampista.

Son sólo dos partidos, pero el miedo a que este tema se convierta en el nuevo 'caso Riquelme' es patente en el Madrid. Y es que la forma de actuar de Pellegrini invita a pensar que quizá se trate de un problema parecido. ¿Tendrá las mismas consecuencias?

Hace tres años, la relación de Pellegrini con Riquelme pasó de ser idílica a todo lo contrario. El argentino fue apartado del Villarreal sin apenas hacer ruido en los medios. El divorcio llegó cuando la convivencia se tornó insoportable. Los modales, los desplantes y los malos del jugador llevaron al chileno a tomar la decisión más importante de su etapa en el equipo amarillo: anteponer el bienestar del grupo al jugador.

Tres años después, ahora en el Madrid, Pellegrini se encuentra con un caso parecido. Los desplantes del '14' han hecho que el entrenador tome una decisión. Siempre con buenos modales y siempre dando la sensación de no pasar nada, Pellegrini ya está actuando. Sin embargo, a diferencia de Riquelme, Guti sí que quiere arreglar las cosas, o, al menos, eso demuestra en rueda de prensa.

Las próximas convocatorias serán claves para saber si el divorcio es definitivo o se trata de un simple enfado.