Siempre han tenido una relación tirante, pero tras el Gran Premio de Japón todo ha estallado por los aires. Lorenzo y Rossi se declararon ayer la guerra tras la disputa de la carrera en territorio nipón.

Los modos y las maniobras del italiano hicieron que el español perdiera los nervios. Y Lorenzo estalló: "Ya sabía que Rossi no era muy limpio. Esta vez ha jugado muy sucio", se quejó amargamente el mallorquín, que se encuentra a un sólo paso de ganar su primer Mundial de MotoGP.

Es, precisamente, en la semana que puede ser campeón cuando estalla esta guerra entre los dos pilotos de una misma escudería, Yamaha. Porque Lorenzo no oculta su enemistad con Rossi, avisando de que en el futuro podrían haber incluso más problemas. "La próxima vez actuaré de forma más agresiva", sentenciaba Jorge.

Por su parte, el italiano hizo oídos sordos a las palabras de su compañero de equipo. "He tenido una batalla fantástica con Lorenzo. Ha sido una lucha limpia con la que he disfrutado".

En la semana en la que puede ser campeón del mundo Lorenzo (le basta con amarrar 7 puntos en el Gran Premio de Malasia), la guerra en Yamaha es total. Por eso, y para evitar contratiempos innecesarios, la escudería ha reprendido a su piloto italiano. Ante todo, prevalece la posición privilegiada de Lorenzo en la lucha por el Mundial. Yamaha cree que 'el doctor' actuó con extrema agresividad, aunque dentro de los límites legales.

El director deportivo de la escudería le dio la razón al piloto balear: "Hay un par de movimientos de Rossi que son demasiado cercanos. Fue excesivamente agresivo. En nuestra opinión, la queja de Lorenzo está justificada".