
Por si quedaban dudas, Fernando Alonso demostró que, hoy por hoy, es el mejor piloto de Fórmula-1 del mundo.
El asturiano ganó un accidentado y caótico Gran Premio de Europa en una exhibición de talento, carácter y voluntad.
Logró un triunfo importantísimo no sólo porque estrecha el cerco sobre Lewis Hamilton, sino porque da un puñetazo sobre la mesa y demuestra que sigue siendo el número uno.
Este triunfo le puede catapultar a su tercer título mundial. Es de esos que le llaman psicológico.
Alonso ganó a lo grande: en un espectacular adelantamiento sobre Felipe Massa a cinco vueltas del final.
En una carrera marcada por la lluvia que cayó al principio y al final de la misma, Alonso ganó de forma espectacular en el circuito de Nürburgring por delante del brasileño Felipe Massa (Ferrari), y del australiano Mark Webber (Red Bull-Renault), que logró el segundo podio de su carrera.
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) perdió el tercer puesto en el Mundial al tener que abandonar por problemas mecánicos a mitad de carrera.
Hamilton, que acabó noveno en una carrera en la que llegó a estar fuera de combate -una grúa le devolvió a la pista tras salirse por culpa de la lluvia en la primera vuelta-, sigue en el primer puesto del campeonato, pero ahora con sólo dos puntos de margen sobre Alonso, once sobre Massa y 18 sobre Raikkonen.
Enfado de Massa
Al final de la carrera, una vez en 'boxes', Massa le reprochó a Alonso su adelantamiento. Se quejaba el brasileño de que Alonso le había tocado al adelantarle en la parte final de la carrera.
Alonso le dijo que no con el dedo, y entonces entablaron una conversación en la que los gestos delataban la tensión.
El más inteligente
Hoy, en unas condiciones muy delicadas, el español fue de largo el más inteligente y aprovechó la lluvia que cayó en la parte final de la carrera para doblegar a Massa, quien justo antes de subir al podio, frustrado por su derrota, reprendió a Alonso por considerar que en la maniobra de adelantamiento, en las que sus dos coches llegaron a tocarse el asturiano no fue limpio.
Nada más empezar, el diluvio universal cayó sobre Nürburgring y la carrera tuvo que ser neutralizada tras cuatro vueltas. Las salidas de pista fueron numerosas y cinco coches tuvieron que abandonar.
Raikkonen, que salía desde la 'pole', perdió la primera plaza en favor de su compañero Massa. Tras la reanudación, se tomó otra vez la salida y en tonces Massa se puso al frente de la carrera. Alonso ear segundo.
Esas posiciones se mantuvieron mientras no llovió, pero a once vueltas del final volvió a llover y entonces Alonso empezó a recortar diferencias, a presionar al brasileño.
Massa se puso nervioso, cerraba a Alonso en las curvas, pero el español encontró un hueco a cinco vueltas del final y se fue directo a por la victoria ante la frustración de un Massa al que no le sentó nada bien la derrota.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios