El Gobierno británico pide una dura sanción para Serbia por incidentes racistas

  • Las selecciones sub'21 de Serbia e Inglaterra se enfrentaron en Krusevac.
  • El público supuestamente dedicó insultos racistas al jugador inglés Danny Rose.
  • El Primer Ministro David Cameron ha exigido a la UEFA duras sanciones a Serbia.
  • Serbia niega las acusaciones y acusa a Rose de comportamiento antideportivo.

El Primer Ministro británico David Cameron demandó este miércoles a la UEFA que tome sanciones duras y no sólo "una multa irrisoria", a Serbia por los incidentes acaecidos este martes durante el partido de ambas selecciones sub-21.

El defensa inglés Danny Rose recibió insultos racistas por parte del público de la localidad Krusevac, que también le lanzó piedras, durante y después del partido en el que su equipo ganó por 0-1 para lograr la clasificación para el Europeo de Israel del año que viene.

"El Primer Ministro David Cameron está realmente advertido de los sucesos. Está asombrado por las escenas que ha visto en Serbia y estamos determinado a acabar con el racismo a nivel internacional y en nuestro país, y estamos dando nuestro total apoyo a la queja de la Federación Inglesa (FA) en este tema", indicó un portavoz del Gobierno británico.

Este señaló que el ministro de Deporte, Hugh Robertson, "ha escrito al presidente de la UEFA urgiéndole a investigar este caso". "Esperamos unas sanciones duras si vamos a sacar al racismo del fútbol", expresó.

"No es bueno sancionar con multas irrisorias como ha sucedido en el pasado, no es suficiente con que la gente estreche sus manos y lo olvide. Necesitamos sancionados apropiadas", sentenció el comunicado.

"Mi cabeza no estaba en el partido"

Rose, jugador del Tottenham cedido al Sunderland, también pidió la sanción más dura. "Tienen que ser castigados sin jugar. No entiendo como algunos pueden aprender de esto", aseveró a 'Sky Sports News', recalcando que recibió insultos racistas en forma de cánticos imitando el sonido del mono durante todo el encuentro e incluso antes de este. "Cada vez que tocaba el balón el público hacia el sonido del mono de nuevo", advirtió.

"Tras 60 minutos mi cabeza no estaba en el partido, estaba tan furioso que me era complicado concentrarme, y nos podía haber costado el partido porque cometí algunos errores. Entonces cuando marcamos, tras 90 minutos de abusos, expresé mis emociones. Lo siguiente que sé es que todos los jugadores serbios me rodearon, empujándome y se inició una pelea. Recuerdo que me dieron dos bofetadas", añadió.

Serbia lo niega

La Federación Serbia de Fútbol (FSS) ha negado este miércoles las acusaciones de Inglaterra sobre un presunto comportamiento racista durante el partido que midió a los combinados nacionales sub-21 de ambos países.

"La FFS rechaza y niega de forma absoluta que hubiese sucesos de racismo antes y durante el partido en el estadio en Krusevac. Hacer una conexión entre el incidente visto, una pelea entre miembros de los dos equipos, y el racismo no tiene absolutamente fundamento y consideramos que es de una total malicia", indicó la FSS en un comunicado.

Además, el organismo cree que uno de los protagonistas inmerso en los incidentes y centro de las iras del público, Danny Rose, "se comportó de forma inapropiada, antideportiva y de una manera vulgar hacia los aficionados".

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