A finales de 2012, el actual entrenador del Queens Park Rangers, Harry Redknapp, sorprendió con una afirmación que parecía exagerada sobre un futbolista que tuvo a sus órdenes en el Tottenham: "El juego de Gareth Bale está a la altura de Cristiano Ronaldo y Leo Messi".

Bale llega al conjunto blanco con 24 años, después de su mejor temporada en Inglaterra, en la que ha marcado 26 goles en todas las competiciones, 21 en la Premier League. Estos registros son el reflejo de su evolución como jugador.

Desde que el 17 de abril de 2006 se convirtiera en el segundo más joven en debutar en la historia del Southampton, con 16 años y 275 días, el futbolista zurdo destacó como un lateral de largo recorrido y potente disparo. Sus cabalgadas llamaron la atención del Tottenham, club que lo compró por 14 millones de euros en 2007.

Con los Spurs, Redknapp le adelantó al centro del campo y empezó a brillar como excelente llegador. Finalmente, en la última campaña, a las órdenes de André Villas-Boas, se ha asentado en la mediapunta, destapándose también como goleador.

En su curriculum, luce el premio al mejor jugador de la Premier League en 2011 y 2013. Sin embargo, su experiencia internacional es escasa, ya que solo ha disputado diez partidos en Champions League y juega para una selección poco potente, Gales.

Una de las grandes dudas del fichaje de Bale es saber dónde le colocará Carlo Ancelotti.

El puesto en el que ha dado el salto de calidad, por detrás del delantero, supondría prescindir de Özil o Isco. Si jugara en el costado izquierdo, posición que ya ha expresado que no le gusta, se tendría que desplazar Cristiano Ronaldo, algo improbable. Una posible opción sería situarle en la banda derecha para aprovechar su velocidad en las diagonales interiores y su disparo a puerta.

Además de ser dos portentos físicos, Bale tiene también en común con el portugués sus lanzamientos de falta, que buscan efectos muy parecidos a los de Cristiano Ronaldo, pegándole de frente y por debajo al balón. Ambos también destacan por sus regates en carrera.

La principal laguna táctica de Bale es que su juego requiere de espacios amplios, que son muy escasos cuando los rivales se encierran ante el Madrid.

En un deporte tan profesionalizado, la salud de los protagonistas del espectáculo se revisa al milímetro y el punto débil de Bale son los tobillos. El Real Madrid tendrá que mimar, especialmente, el ligamento del tobillo izquierdo de Bale, que se rompió en 2011 y que le hizo perderse toda la temporada. Este año también saltaron las alarmas en un encuentro de los cuartos de final de la Europa League contra el Basilea cuando sufrió una dura entrada sobre el tobillo derecho. Finalmente, solo estuvo dos semanas de baja.

Gareth Frank Bale prefiere estar alejado de los focos. Es lo que se puede llamar un hombre familiar. Nació en Cardiff (Gales) el 16 de julio de 1989. Frank, su padre, era conserje de una escuela y su madre, Debbie, administrativo. Es el más joven de dos hermanos.

Hasta ahora, ha vivido en Londres con su novia de siempre, Emma Rhys-Jones, madre de su única hija, Alba Violet Bale, que nació en octubre de 2012.

No bebe alcohol, es un gran aficionado al golf, a los videojuegos on line y ha expresado admiración por otro británico, el inglés David Beckham, a la hora de vestir.

Gareth Bale estaba destinado a recalar en el club merengue. Y, en su cama, mientras soñaba con llegar a España, llegó a dormir con un pijama del Real Madrid. Eso gustará mucho en un club con una afición predispuesta a querer a jugadores comprometidos. Bale, parece que lo será.