El Gobierno egipcio aprobó este miércoles la reanudación de la liga de fútbol, aunque sin público, que había sido suspendida tras la muerte de al menos una veintena de aficionados en actos de violencia antes de un partido el pasado día 8 en El Cairo.

La medida, que no tiene fecha de inicio, fue adoptada durante la reunión semanal del Consejo de Ministros, presidida por el primer ministro, Ibrahim Mehleb, según informó la agencia oficial de noticias egipcia, Mena.

En la cita, se decidió formar un comité, integrado por los Ministerios del Interior y de la Juventud y el Deporte, y por la Federación Egipcia de Fútbol para adoptar medidas que permitan la reanudación de la competición sin público.

Este paso se dio en respuesta a la petición de la Federación de Fútbol de reanudar la actividad futbolística sin asistencia de aficionados. Por otro lado, ese organismo pidió a los Ministerios del Interior y de la Juventud y el Deporte que la liga se reanude el próximo 3 de marzo.

La Federación decidió aplazar, de forma provisional, la liga un día después de la muerte de una veintena de hinchas antes de un partido de primera división entre los equipos locales Zamalek y el ENPPI, en El Cairo.

Este órgano volvió además a prohibir que el público asista a los partidos de fútbol después de los choques de ese día entre aficionados ultras de esos dos clubes y fuerzas de seguridad.

En otras ocasiones se han registrado disturbios antes y durante partidos de fútbol, pero estos fueron los más graves desde que el 1 de febrero de 2012 setenta y cuatro personas perdieran la vida y 254 resultaran heridas en choques en el estadio de Port Said entre los seguidores del club local y del Al Ahly.

Esos sucesos sin precedentes en Egipto llevaron a las autoridades a prohibir la entrada de público a los estadios, aunque en los últimos meses se había levantado parcialmente esa medida.