Tercer triunfo en la Vuelta a España de un Óscar Freire arrollador

Óscar Freire (en el centro de rojo) durante un sprint. (Efe)
Óscar Freire (en el centro de rojo) durante un sprint. (Efe)
Óscar Freire (en el centro de rojo) durante un sprint. (Efe)

El corredor cántabro Óscar Freire también se ha impuesto en la sexta etapa de la Vuelta Ciclista a España, igual que ayer, tras vencer en un apretado sprint. Milram, Quick Step y Rabobank dominaron el final de etapa para provocar otra llegada masiva en esta etapa llana (ver perfil).

Es la tercera victoria de Freire en esta Vuelta. Realizó todo un alarde de potencia pocas semanas antes de los mundiales de ciclismo que se van a celebrar en Stuttgart. Freire apretó desde atrás y superó por el centro a sus rivales, hasta a Alessandro Petacchi, al que se pegó.

El ciclista español demostró que es uno, si no el mejor, de los sprinters de la actualidad. Tom Boonen y Erik Zabel parecen estar a años luz. Segundo quedó Koldo Fernández (Euskaltel) y tercero Angelo Furlan (Credit Agricole).

El ruso Vladimir Efimkin (Caisse D'Epargne) sigue líder, no hubo en los primeros puestos de la general. Menchov y Sastre van por detrás.

La etapa de mañana, 176 kms entre Calahorra y Zaragoza, será una nueva ocasión para que Freire se apunte otra etapa (ver perfil). Jornada onduladoa hasta la mitad y luego llano hasta la capital aragonesa. Si no lo evita el viento los ssprinters volverán a tener protagonismo.

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Freire, precavido

"Ganar aquí no dice mucho cara al Mundial, pero es la vez que consigo más triunfos antes de esa cita, aunque no en la que me encuentro en mejor condición", aseguraba Freire. Para muchos, esta frase hasta puede tener un punto de ironía.

Cayeron los escapados

Los otros protagonistas de hoy fueron los cuatro fugados: el "malagueta" José Antonio López (Andalucía), el gigante sueco Backstedt (Liquigas), ganador de la París-Roubaix en 2004, el ucraniano Yuri Krivtsov y el francés Stephane Augé (Cofidis). Se despegaron en el kilómetro 8 en busca del desafío imposible. En principio no tuvieron resistencia alguna, por eso pusieron más de 8 minutos por medio en el km 40, la máxima diferencia.

El cuarteto se entendió perfectamente, pero la ley de la ambición colectiva y la acción de Eolo por la izquierda de la calzada hicieron caer a plomo el retraso del grupo del líder y de los sprinters. Cayeron a 7 kms de meta.

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