Si la primera fue a base de fuerza, en la de ayer demostró su inteligencia y su paciencia para derrotar, en un final apretadísimo, a McEwen.«Mis padres estaban en la meta; ha sido la mejor alegría que les podía dar», se sinceraba el cántabro. Como en jornadas precedentes, tres hombres –los franceses Augé y Beneteau y el alemán Knees– buscaron la escapada buena, pero el pelotón los neutralizó a tres kilómetros de la meta.
Hoy llega la montaña, con los puertos de Osquich, Soudet y Marie Blanque en los 190 km con meta en Pau.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios