Tau y Barça, sin más remedio que jugar el partido de la decepción

Ninguno de ellos llega a este encuentro por el tercer y cuarto puesto con buenas sensaciones, una vez que el conjunto vasco fue arrollado este viernes por el Maccabi Tel Aviv y el catalán despertó los viejos fantasmas de arbitrajes en contra que había espantado con el exorcismo del 2003.
Para colmo, el Tau ha perdido al menos durante quince días a un jugador vital en sus esquemas como es el pívot brasileño Tiago Splitter, que se lesionó en semifinales.
Juan Carlos Navarro, del Barcelona. (Efe)
Juan Carlos Navarro, del Barcelona. (Efe)
Efe
Juan Carlos Navarro, del Barcelona. (Efe)
Perasovic dosificará seguramente esfuerzos entre los varios jugadores de la plantilla con alguna sobrecarga o con problemas de espalda de nula gravedad.

La plantilla vitoriana preparará ese partido con la principal motivación de lavar la imagen mostrada en semifinales ante el Maccabi Tel Aviv.

El encuentro incluye también la rivalidad entre dos equipos ACB que soñaban con enfrentarse en la final de la Euroliga y que fracasaron en semifinales.

El Barcelona entiende sin embargo que su derrota no se produjo por una mayor calidad del rival o por un mal partido puntual, sino por un arbitraje que condicionó el resultado.

Tanto el técnico Dusko Ivanovic como los jugadores e, incluso, el secretario técnico Zoran Savic cargaron contra los árbitros por el desequilibrio en el número de faltas que señalaron a uno y otro equipo en la semifinal ante el CSKA Moscú.

Como Velimir Perasovic, Dusko Ivanovic difícilmente pondrá toda la carne en el asador este domingo, consciente de que ahora viene el tramo decisivo de la temporada en la ACB.

Todo apunta a que jugadores que apenas dispusieron de minutos ante el CSKA como Roger Grimau o que ni siquiera saltaron a la pista como Marc Gasol tendrán ante el Tau oportunidad de resarcirse.

Así lo ven Prigioni y Navarro

"Hay que recuperar las sensaciones con las que llegamos aquí, así que hay que jugar para nosotros mismos", precisó el base.

Pablo Prigioni consideró que ese último esfuerzo en Praga debe servir para cambiar "la mentalidad y ponerse ya el traje de las eliminatorias por el título".

Navarro reiteró que "los árbitros no ayudaron nada desde el primer minuto, aunque es cierto que quizá se pudo hacer algo más".

Ahora toca medirse al Tau en un partido que, según Navarro, "ninguno de los dos equipos tiene muchas ganas de jugar, pero hay que

mirar adelante".

El escolta recordó que, en dos semanas, el encuentro de este domingo se repetirá en el Palau Blaugrana en la última jornada de la primera fase de la ACB.

"Ese partido será muy importante -podría decidirse la primera plaza de la clasificación- y por eso es importante ganar mañana", concluyó.

El Maccabi y el CSKA luchan por el título

Los de Tel Aviv son favoritos y para ganar confiarán una vez más en su estrella, el estadounidense

Anthony Parker, pero también en un bloque que este viernes puso el listón muy alto.

Además, los jugadores de Gershon tiene una deuda con la afición, que se ha confirmado en Praga como la más fiel de Europa tras desplazar a cerca de 10.000 seguidores a la República Checa.

Todos estos detalles son complicaciones para el conjunto al que se conceden menos opciones, el CSKA Moscú, que ya llegaba a Praga con la complicación de la baja de larga duración del pívot David Andersen.

Messina, técnico de los rusos, tendrá la ocasión de vengar la derrota en semifinales del 2004, cuando el Maccabi encarriló el primero de sus dos triunfos consecutivos.

El CSKA buscará amparo en su capacidad defensiva para protegerse del acoso al que puede someterle el Maccabi, aunque si el equipo de Pinhas Gershon muestra un nivel parecido al que exhibió ante el Tau la Euroliga 2006 ya tiene campeón, el mismo de los dos años anteriores.

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