Tras la celebración en el estadio Ernst Happel de Viena, el champán derramado en el vestuario y fuera de él, y los saltos y gritos en calzoncillos, los hombres de Luis Aragonés se fueron de fiesta por Neustift hasta altas horas de la madrugada.

Los españoles fueron tras el partido a un pub austriaco. Allí les esperaban decenas de seguidores que los seguían animando, incluso los propios residentes de la localidad animaban a los españoles.

Los primeros en llegar fueron Puyol, Xavi, Villa y Güiza. El último en llegar al hotel, el protagonista de la noche: Fernando Torres.

Fiesta en el avión

La selección no se quedó en la capital austriaca para descansar tras la final ante Alemania (1-0). Alrededor de la 1.00 de la madrugada salieron del estadio y se fueron a Neustift.

Este pequeño pueblo cercano a Innsbruck y en el Tirol ha sido el lugar de concentración de España durante casi toda la Eurocopa, un lugar tranquilo que les ha dado muy buena suerte.

Por eso, la selección quiso tomar un avión para llegar rápidamente a su cuartel general y cenar ya privadamente. Seguro que la fiesta duró hasta altas horas de la madrugada.

Antes de tomar el avión, con la copa bien agarrada, la euforia seguía presente, como se ve en el vídeo que hay sobre estas líneas. No había descanso para Reina, Villa y los otros jugadores, con la medalla al cuello y casi afónicos.

El delantero asturiano, pese a no poder jugar la final por una lesión, era el líder de la charanga. Aragonés exhibía una sonrisa y las azafatas saludaban a los campeones de Europa.

Hoy se levantarán tarde, tomarán el avión de vuelta a España tras la comida y su llegada al aeropuerto de Barajas en Madrid está prevista a las 19.00 de la tarde. A partir de las 20.00 comenzará la fiesta.