David Ferrer dio una lección de tenis en el O2 de Londres al superar este miércoles al número 1 del mundo, Novak Djokovic, en la segunda jornada del Grupo A  de la Copa Masters, en dos sets, por 6-3 y 6-1.

Con este triunfo y tras vencer el lunes a Andy Murray, el alicantino se asegura un puesto en las semifinales del torneo que enfrenta a los ocho mejores del mundo. "No me esperaba ganar estos dos partidos. Estoy tocado por una varita mágica", explicó el alicantino, clasificado para semifinales.

El alicantino se visitó esta noche de matagigantes y logró vencerse a sí mismo y a su falta de autoestima —"la distancia entre los cuatro primeros y yo es más grande que entre yo y el número 20"—, demostrando que tiene calidad para disputar el cetro a los mejores del mundo.

Ferrer fue un muro con alas en los pies. Le devolvió todo al serbio, quien, este miércoles volvió a dejar constancia que acaba la temporada fundido física y psicológimente.

El respeto inicial lo rompió el español en el séptimo juego, con un break ganado por piernas, y consolidó la rotura con un servicio muy fiable que le llevó a ganar, al final del partido, el 92% de los puntos con su primer saque. "Ha sido la gran diferencia", reconoció.

David cerró la manga con otro break, ante un Djokovic, sin paciencia, que comenzó a jugarse todos los golpes.

La desesperación del balcánico se incrementó en el segundo set. Djokovic rehuyó el peloteo y Ferrer no dejó escapar a su presa. Ahora se medirá a Thomas Berdych en un duelo de trámite el viernes, pues el pase a semifinales ya está asegurado.