Sensación de "decepción" y "desilusión" es la que ha quedado en la escudería Ferrari tras el primer gran premio de la temporada.

Fernando Alonso acabó cuarto, a un paso del podio, que era el objetivo de la carrera en Australia. Precisamente, fue el asturiano el que sorprendió con su respuesta nada más acabar la carrera. En una actitud que se antoja conformista, Alonso restó importancia a la difícil salida que le retrasó hasta la novena posición ya que "el resultado hubiera sido el mismo" de darse "una salida normal".

Además, el piloto solo quería mirar hacia la siguiente carrera, en Malasia. "La próxima carrera daremos más guerra", dijo Alonso para dejar zanjado el GP de Australia. Eso sí, quiso dejar claro que "al Ferrari le falta rapidez y competitividad".

Su jefe, Stefano Domenicali, no niega la desilusión tras el primer gran premio del año. "Dejamos Australia con una sensación de desilusión, es inútil negarlo. El nivel de nuestro rendimiento no ha estado a la altura de los mejores, especialmente de Red Bull. Pero, no obstante, hemos conseguido unos puntos preciosos, sobre todo con Fernando, que ha hecho una gran carrera después de lo complicada que fue la primera vuelta".

A Felipe Massa, el otro piloto de la escudería, las cosas no le fueron bien. Acabó séptimo gracias a que se benefició de la sanción a los Sauber. "Estoy algo decepcionado por el resultado en la carrera y el rendimiento a lo largo del fin de semana", sentenció el brasileño.