No supo aprovechar el Valladolid la debilidad de su rival, y sólo el canario Jonathan Sesma hizo un favor a su equipo al conseguir el tanto que daba al cuadro pucelano su primera victoria de Liga en casa.

El Levante saltó al campo con poca ambición y el Valladolid tuvo casi siempre el balón. Hasta se noto cierta relajación en los jugadores, que gobernaban con facilidad el medio campo.

El único peligro del Levante, muy flojo en defensa y con un esquema de juego muy desordenado, eran las carreras de Riga, que tampoco parecía tener muy claro el fin de estas. Pero el dominio de los de Mendilibar fue un arma de doble filo, ya que dejó en evidencia la falta de pegada local.

En la segunda parte, el partido parecía una repetición de lo ya visto o incluso aún más lento. Hasta que Sesma despertó a público y jugadores con un espectacular izquierdazo que batió a Storari. Tan solo una jugada de Sisi, a dos minutos del final, puso un poco más de emoción al aburrido duelo.

Tras el partido se registró una trifulca, entre un centenar de seguidores, en la que dos policías resultaron heridos leves y un conductor de autobús recibió una pedrada en el pecho.

«Una pelea toda la temporada»

El entrenador del Valladolid, José Luis Mendilibar, no se mostró ayer muy eufórico tras la victoria, ya que «todos los que están ahí abajo, como nosotros, han ganado, lo que demuestra que va a ser una pelea durante toda la temporada eludir el descenso». Respecto «a los artistas que auguraban que este partido iba a ser fácil», destacó Mendilíbar que «es señal que no han jugado nunca (...). Nos han dado tres cuartos de campo y a un equipo tan cerrado es difícil crearle ocasiones», ha matizado.