Estrellas, pero eclipsadas

Sin la tradición de otros países, la selección española de rugby femenino lucha en el Cinco Naciones contra las grandes de Europa.
Este fin de semana perdió contra Francia (38-0) en la tercera jornada. Con unas 800 licencias, cayó ante un país que posee unas 4.000.Y, pese a todo, España es un equipo grande con varios títulos en sus vitrinas y que incluso ha ganado en su campo a Inglaterra. La clave: la entrega. «Los demás equipos nos sacan altura y peso, pero todas las carencias se compensan con la ilusión y las ganas de las jugadoras», explica el seleccionador, Kepa Ancín.

Estereotipos

Este nivel no se corresponde con una División de Honor o con jugadoras profesionales. «El paso medio entre la selección y las Ligas territoriales es un campeonato autonómico», añade Ancín.

El físico no importa tanto. «La gente piensa en gorditas –comenta Aroa González–, pero el físico no discrimina». «En un deporte de equipo toda condición física vale», indica Isabel Rodríguez. Otra imagen: el rugby ya no es tan universitario como antes.

Dos nombres de un gran bloque

Isabel Rodríguez

Capitana.Profesora de primaria. Natural de Getxo, comenzó en el rugby animada por unos amigos. Denuncia que «el apoyo de las instituciones es mínimo».

Aroa González

Vicecapitana. 26 años. Se apuntó a rugby para subir nota y se engachó. Trabaja en Seat y asegura que no sabe «qué futuro tendrá el rugby femenino tras nosotras».

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