España, que había empatado a cero en el partido de ida en Italia, salió presionando muy arriba a los transalpinos, incapaces de frenar los remates de cabeza de Arizmendi y Kepa. Sin embargo, fue Italia la que dio dos zarpazos, en los minutos 23 y 34, con dos golazos de volea de Chielini y Montolivo. En la reanudación, el combinado nacional se volcó sobre el campo italiano, pero fue entonces cuando los azurri tiraron de sus artimañas para perder tiempo y únicamente Soldado pudo acortar distancias en el 60.