La selección española de nuevo une lo que separa los 'clásicos'. En la última temporada cada duelo entre Barça y Real Madrid ha encendido un fuego que se ha apagado cuando los internacionales se han puesto la 'roja'. El último capítulo se bautiza como 'la paz de Sankt Gallen' con una tángana que representa la unión que de nuevo reina entre los internacionales.

Xavi Hernández, feliz por convertirse en el tercer jugador de la historia en internacionalidades con 102 tras igualar a Raúl González, respondió con una sonrisa cuando fue preguntado por la paz de Sankt Gallen. "¿Veis como no había mal rollo?", preguntó.

Fruto de su experiencia, es consciente de que había que rebajar el clima creado en la final de la Supercopa de España. Como el capitán Iker Casillas, que a primera hora de la mañana colgó en las redes sociales una imagen del paseo. Sus compañeros en la fotografía no eran casuales. A su izquierda Xavi y junto a Fernando Llorente, Pepe Reina, un elemento clave en el vestuario.

Reina es pieza imprescindible en la cohesión. Celebró su cumpleaños la noche previa a la concentración con sus intimos amigos David Villa y Xavi. Antes, Casillas se había salido del guión marcado por su técnico en el Real Madrid, José Mourinho, para actuar como capitán de la selección. Su llamada a Carles Puyol y Xavi fue un guante que los futbolistas del Barcelona acogieron de buen grado.

El miércoles, nada más iniciarse la concentración, Casillas y Xavi se reunieron para aclarar las posturas de sus 'bandos'. Precedió a la charla con el grupo del seleccionador Vicente Del Bosque. Sin ahondar en el tema, el salmantino lanzó mensajes con claros destinatarios. No quiere gritas en el grupo.

La pequeña localidad suiza de Sankt Gallen hizo el resto. En el amistoso ante Chile, tras una muestra de carácter y orgullo con una remontada gracias a una brillante segunda parte, escenificó lo que se había vivido en la concentración.

Andrés Iniesta, el gran protagonista del encuentro, hizo magia pegado a la línea de fondo. En un palmo de terreno dejó un regate mágico y un túnel a dos defensores chilenos. Arturo Vidal lo tomó como una ofensa y se encaró con el héroe de Johannesburgo. Un golpe desató la tángana.

Lo ocurrido desde ese momento mostró unión. Álvaro Arbeloa defendió a Iniesta. Cuando recibió un fuerte golpe en el cuello de Felipe Seymour fue Sergio Busquets quien se vengó y remató la acción Sergio Ramos. Jugadores del Barcelona y Real Madrid unidos, pero no hay que olvidar que con la 'roja' son futbolistas de la selección. Compañeros.

Las duras críticas de una tángana en un clásico se han convertido en elogios cuando ha ocurrido en la selección. Los futbolistas sacaron la única parte positiva de la mala imagen ofrecida en la pelea. "Aquí defendemos lo mismo y somos compañeros. No hay ningún tipo de duda entre nosotros", dijo Iniesta.

"Las tánganas son una pena pero son cosas que ocurren en el fútbol fruto de la tensión. En esta ocasión ha demostrado que aquí hay unión, que remamos todos en la misma dirección y por el mismo objetivo. Hay buen ambiente y vamos todos a una", sentenció Xavi.

Son las palabras de un futbolista que ha sido clave para el regreso de la normalidad en la selección. Tanto como el gesto de Iker Casillas. Como la actuación en la sombra de Pepe Reina. España puede sentenciar el martes en Logroño su pase a la Eurocopa 2012 si vence a Liechtenstein. El buen fútbol terminará de enterrar una nueva polémica.