Tras su fiasco en el Mundial, la selección española afronta un nuevo reto: la Eurocopa de 2008. Pero antes tocaba jugar un bolo contra Islandia, un rival que nos encontraremos en la fase de clasificación de dicho campeonato.

España e Islandia empataron sin goles (0-0) en un partido para olvidar. Un empate que sabe a derrota, visto lo visto. Frente a un rival que puso toda la carne en el asador, España jugó su

Luis, el más tranquilo

Aragonés, de hecho, reconoció que había sido "probablemente el partido más flojo" desde que él asumió el cargo de entrenador del equipo nacional y destacó que Raúl González es "merecedor" de cumplir cien partidos con España.

"Ha sido probablemente el partido más flojo desde que yo soy seleccionador. Ha sido un partido típico de inicio de temporada, en el que nosotros no estábamos en forma y eso se nota frente a un equipo que se cierra atrás. Es muy complicado", señaló.

Para el técnico, al equipo le ha faltado esa "punta de velocidad" y reconoció que no está "preocupado" por el empate de esta noche, aunque añadió: "Sí deseábamos ganar, pero nos falta esa punta de velocidad, sobre todo en el gol".

Aragonés, además, se refirió a la dureza del rival durante algunas fases del encuentro: "No sé a que venía tanta en un partido amistoso. Para ellos era importante el empate a cero, aunque un gol hubiera abierto su defensa, pero no hemos logrado conseguirlo".

El capitán alcanzó la centena

El 0-0 amargó el partido cien de Raúl González con la camiseta española, en el que el equipo nacional dispuso de varias ocasiones de gol ante la portería de un acertado Arni Arason, pero que nunca halló la fluidez ni la precisión necesaria para desbordar a un rival al que le bastó su lucha para contrarrestar el juego de España.

Sobre la importancia de alcanzar las 100 internacionalidades, el capitán apuntó que: "Estoy feliz por haber llegado a esa cifra, es un hecho muy importante. El partido no ha sido bueno, pero estoy contento por eso. Estar defendiendo a la selección tanto tiempo quiere decir que he trabajado mucho y que cuento para todos los seleccionadores"

Bien es cierto que el partido no llegaba en el mejor momento (la pretemporada) y el rival, uno de los más flojos que hay actualmente en Europa, no es de los que invitan a jugar. Sin embargo, eso no debe servir de excusa para justificar el lamentable espectáculo que ofreció la selección.

A España le faltó ritmo y velocidad; también ganas y motivación.

No jugó Oubiña

España no pudo imponerse nunca: no combinó en el centro del campo, no supo aprovechar las bandas ni de desarrollar un juego medianamente hilvanado. Así es imposible ganar a nadie.

El equipo fue incapaz de jugar bien al fútbol y de superar a un rival que dudosamente merece tal apelativo. Tanta fue la abulia (indolencia en algunas fases del partido) que por momentos los españoles estuvieron a la altura de los islandeses: parecían tan malos como ellos.

Y es que España perdió el tiempo en Islandia. Si se trataba de hacer pruebas (se supone que para eso sirven estos partidos amistosos) Luis Aragonés no quiso hacerlas: sigue confiando en los mismos hombres y tampoco acometió innovaciones tácticas. Ni siquiera jugó Borja Oubiña, la única novedad en la convocatoria.

Si se trataba de ilusionar a la gente, el intento también resultó fallido: el juego de España suscito más dudas y rechazo que otra cosa en un encuentro aburrido donde por no haber, casi no hubo ni oportunidades de gol. Porque esa es otra: a España le sigue faltando pegada, gol en definitiva.

Torres y Joaquín regresan tocados

Fernando Torres sufrió en la primera parte del encuentro un leve esguince en el tobillo izquierdo, aunque según las primeras exploraciones de Genaro Borrás, médico del equipo nacional, no reviste gravedad: "Torres se torció el tobillo, pero podía seguir jugando, por lo que se descarta la gravedad. Además la exploración también es buena, por lo que parece un esguince leve".

Además, Joaquín también tuvo molestias en la rodilla. "Se dio un golpe y al apoyar notó algo de inestabilidad", explicó Borrás, que añadió que, tras las primeras exploraciones, no parece una lesión grave y puede que se trate de una "menicitis o un pellizco".