El Villareal completó el extraordinario miércoles español en Europa. Con Pellegrini en el banquillo (se dudó de su presencia por problemas familiares), el equipo castellonense salió sin complejo a Ibrox Park. Allí le esperaba un Glasgow Rangers que demostró ser menos fiero de lo pintado.
Apenas habían transcurrido unos minutos cuando el Villarreal se adelantó en el marcador. Una torpe mano de Prso en el área fue sancionada como pena máxima, que transformaría Riquelme. Al poco, Lovenkrands igualaba el partido con un gran disparo desde la frontal.
La loca primera mitad siguió dando noticias. Forlán fue el protagonista de las tres siguiente: dos goles anulados y uno válido, aprovechando un fallo defensivo escocés. Con la ventaja en el marcador, el Villarreal se aprestó a defender el resultado, con tan mala suerte de que fue un tanto en propia puerta de Peña el que igualaría el partido.
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