Fueron Regueiro y Baiano los únicos en llevar peligro durante la aburrida primera parte. La asfixiante presión murciana impedía que el Depor pudiera mover el balón con fluidez y eso repercutió en el juego, soso, aburrido y sin apenas ocasiones.

La segunda se animó: el Murcia buscaba el gol y el Deportivo esperaba a la contra para marcar. Y los coruñeses fueron más efectivos en la búsqueda del objetivo, con el tanto de Xisco, que batió a Notario con un gran disparo a la escuadra.

Un cuarto de hora después, Guardado frustraba las esperanzas de empate locales y se llevaba los tres puntos a tierras gallegas. Desaparecido en combate durante medio partido, el mexicano apareció en el momento justo para marcar y proporcionar una semana de calma en A Coruña.

La obsesión de Lotina

Miguel Ángel Lotina compareció satisfecho ante los medios de comunicación al término del partido. El técnico del Deportivo confesó su obsesión en las últimas semanas: «Lo importante es que no nos hayan hecho goles. Últimamente me estaba obsesionando con no encajar goles. Todo ha sido más fácil desde nuestro segundo gol».